He soñado que el alcohol me hacía decir verdades que no recuerdo si creía o no. Y ahora tengo dos meses que me miran desafiantes. Es el fin del camino. De aquí en adelante, sin putas manos. Y mal empezamos la carrera, si llevo así de golpeadas las piernas.
Me meto en la cama, sin almohada. Y aprieto fuerte los ojos.
Tengo tanto que dar que me estoy desgarrando, en canal.
- ¿Tú también sueñas con gente que te abraza?
- Sí, pero antes de dormirme.
Y asoma una lágrima y ese cosquilleo debajo del vientre.
Dime que no soy tan mala,
que aún tengo una puta posibilidad.
Que todo sigue igual.
Dime que no soy tan mala,
que aún tengo una puta posibilidad.
Que todo sigue igual.
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