Cientos de vidas antes de mí
han habitado este abismo
Y han descansado sus almas
sobre la tierra yerma
de este infierno
Escucho el lamento
de mil Ariadnas
arrastrado por las olas
Heladas.
He vuelto a donde estaba
de donde soy.
Me llama, con su voz de sirena,
El hambre.
Me convierto en una larva
con aires de grandeza.
Una y otra vez
espero un resultado distinto
para la misma acción.
Lo intento una vez más
Porque ya conozco el camino.