viernes, 27 de febrero de 2009

Una de príncipes y princesas



- Quien eres tú? Y quién coño te ha dado vela en este entierro?
- Yo soy Apheleia, y vengo a reclamar como mío el suicidio que me pertenece.
- Ophelia no se suicidó. Yo la amaba, y ni todo el amor de cien hermanos podrá igualar el mío.
- Déjalo, Hamlet, vuelves a ver espíritus (del pasado).

Esta no es una historia de príncipes y princesas; bueno sí, pero no a ojos de un dramaturgo.

::c a d a l o c o c o n s u t e m a::

martes, 24 de febrero de 2009

World words


Palabras.
Palabras deliberadas, enrevesadas, envenenadas, de doble filo, hirientes y mágicas. Prohibidas, correctas, desmedidas, mesuradas, contadas, dichas, pensadas, prometidas.
Palabras.
Palabras públicas, y privadas. Palabras crueles, despiadadas y de amor.

Ése amor que hace que midamos las palabras, desmidiendo los abrazos y besos, acomodando los banquetes al diario, vomitando de excesos y mendigando regalos.
Palabras que comparamos, que asociamos y que condenamos.
Palabras.

Sobre todo palabras que espero. Palabras que lucen otras, siempre otrAs, en sus hermosos cabellos, en sus preciosos vestidos.

Envidia de palabras, envidia de que te digan, de no poder decir.
Palabras para ti, palabras de ti.

Y todo se resume a que a veces queremos lucir en lugar de joyas, palabras; entonces es más importante tu palabra pública, y poder decir que las hay en privado.


- Sabes cuando desearías restringir cada palabra, y decretar mercantilismo proteccionista para tenr el monopolio de cada verso, deseo de felicidad y "te quiero" que llega a tus oidos?
- Creo que deberías de dejar de estudiar historia...
- No estudiaría si no tuviera que hacer como que no veo.




.Y aunque en el cielo hoy no hay estrellas...

Tic... tac.

lunes, 23 de febrero de 2009

Inferno






La primavera se resistía a venir, y el invierno a marcharse. El sol agradecía las vacaciones lejos de su núcleo egocéntrico-vital, y cada día sus amigos, sus ojos y sus baldosas se cansaban más de ella.
El eje terráqueo se inclinaba cuesta abajo, propiciándose un vertiginoso descenso que haría que la tierra la engullese, abriendo sus inmensas fauces abisales. Y ella, como en todas las ocasiones que no es cuesta arriba, soltó el manillar, dejó descansar los pedales, y comenzó a sentir la tarde a sus espaldas y el viento del sur en su cara, o quizás fuesen los humos del averno.

Hacía mucho que no quería ser buena, que no perfecta, hacía mucho que todo iba bien, y sabía agridulce. Y no tenía nombre, no tenía sonrisas y no se creía sus propios besos.

Tarde o temprano el impacto contra el suelo se haría inminente, y entonces tocaría explicar varias cosas... hasta entonces pensó que su destino no era tan horrible, a fin de cuentas había estado robándole la felicidad al mundo. Ahora necesitaba un faro que le indicase el camino recto a las rocas, ardientes, burbujeantes... Que él pidiera perdón por fallos no cometidos, un ventanal y un nombre.

Pero era mujer, y no era resultados lo que quería no, lo que cuenta es el camino.
El camino al infierno.

viernes, 20 de febrero de 2009

-Stories-




"Se trata de hacer de cada historia un mundo"


...tendiendo al dramatismo.
Romeo y Julieta con el veneno en los labios, y sonrisas enfrascadas.

jueves, 19 de febrero de 2009

take-it-in-a-count




Regla número XVIII
"En cuanto dejas de contar salen los cálculos"




miércoles, 18 de febrero de 2009

seyeruoynepO

Hay gente de todo tipo, ojos de toda clase y sonrisas diferentes.
Lo que pasa es que nos acostumbramos a ver a otras personas todos los días por la calle, y no nos sorprende nada que podamos ver... casi siempre.

Somos inmunes a la belleza casual y alzamos los ojos en busca de algo más alla. Estamos ciegos y acomodados, tanto que no sonreímos hasta que no nos hemos obligado a mirar los ojos de la persona que está al lado. Y casualmente son más bonitos de lo que uno recordaba. Y casualmente vemos los nuestros también. Que-nunca-está-de-mas.

Porque no nos damos cuenta de lo fantástico de cada ser humano, de lo sorprendente.
De que no ser perfecto no es no ser bueno... De que los errores se contabilizan como vetas en las piedras preciosas, no piques.

Y en bruto siempre mejor que tallado. Para que una pueda decir lo que quiera, y escupir al suelo, y cometer fallos garrafales... Grabarse haciendo el imbécil, acostarse llorando. No levantarse, caerse del suelo.

Para esperar la rutina con emoción, sonreír de oreja-a-ojera por la calle, de lado a lado del continente.

Entonces abre ahora los ojos, bueno, no, parpadea.
Ahora el mundo es de otro color, y la música lo-es-todo. Ahora podemos ver la balleza donde la hay. Podemos ver más de todo, y nos hemos dejado de acostumbrar a la luz que nos rodea.

Nos merecemos un respiro, todos, y ser reconocidos por ser, por intentarlo o por pasar como pasa uno de la fabada, que estamos haciendo sitio para el verano.


o p e n y o u r e y e s
s e y e r u o y n e p o

martes, 17 de febrero de 2009

F r A c A s O

Veréis, me sincero, últimamente llevo un tiempo pensando... y creo que la palabra con la que definirme es "fracaso", y no uno de esos fracasos que te hunden bajo tierra, no, el fracaso que grita, que aúlla y araña que somos reales, humanos... fracasados como todos los que lo intentan día sí y día también.
Y todo eso de que el trabajo da sus frutos, y una mierda. Hay cosas en esta vida que se aprenden, y aprenderé... como a vivir sabiendo que una es una fracasada, a dejar de darle importancia a los trofeos y valorar más las sonrisas, que no podemos colocar en la repisa de la chimenea, y quitarles el polvo cada domingo de mes. Hay otras, sin embargo, que se tienen o no. Y se nace siendo o se aprende a disimular. Pero donde uno no es, no es, no hay más que hablar.

Soy así, el fracaso en persona, fracaso en el arte, fracaso en la palabra y en el cielo. Fracaso desde la cuna hasta donde caiga próximamente, dejando una infinidad de historias sin concluir (y es que darles un final es como firmar un fracaso, pegarle el sello y mandarlo por correo directo al centro de la tierra, con el sabor a pegamento en la lengua aún).
Porque no hay arte ni gracia en todas mis palabras. Y ya no sé ni qué escribir, ni cómo hacerlo.
De tanto imitar e imitar, de tanto intentarlo y fracasar... se me han escapado los versos, la dicción y el camino que quise abrir, a mordiscos, sobre el asfalto.

Y pasa, todo esto, porque necesitamos tener un don en algo... en música, en ciencia, en matemáticas o en letras... probamos diferentes vías que nos cuelguen al cuello un triunfo y la carga de mantener la pose, mientras sonreímos, y nos creemos especiales, y a la vez nos pesa.

Se me acaban las opciones, se me encienden unas luces que no son musas, que son LED anunciando la salida del próximo tren, el de asumir que uno es uno (más). Que cuenta como todos. Uno que no canta bien, que no es poeta, ni músico, ni filósofo ni erudito. O nunca lo suficiente, que no demasiado.

No soy un fracaso humano, soy un fracaso especial.

Llega ahora el momento de preguntarse si una necesita triunfar en algo para ser feliz.
No, claro que no.
Porque si así fuera, cómo iba a vivir todo lo que me queda? A valorar aquello que tengo, aquello que no son MIS dones?

Que cuanto más lo intento, menos puedo.







Dulce agonía de los martes por la tarde.

lunes, 16 de febrero de 2009

Caress

Acarició su pelo. Le hubiese gustado que fuera más largo, para poder llegar hasta su cintura, y seguir, con ese cosquilleante sonido que producen los dedos al deslizarse por la piel, hasta la curva de su espalda.
Quería aprenderse sus límites y líneas de memoria, por su algún día (la) perdía (la) vista. Para recordar su sonrisa en braile y saber cómo escribir la piel de gallina del hombro al muslo, sin olvidarse jamás de rodear, de abrazar, de besar el ombligo.


"Junto a la fuente en la que un día juré que jamás querría tanto a una mujer..."


Y o u r l i p s c a r e s s m y s k i n
. . .
I t ' s m o r e t h a n I c a n s t a n d

jueves, 12 de febrero de 2009

Lady



De los pies a la cabeza, aquélla era un mujer, altiva, ele/arro-gante. De ésas de anchas caderas que hacen que te gires en mitad de la Calle Mayor para mirarla. Y lo sabe.
Sus más que dos, cinco kilos de más, su estilo para andar por encima del resto de cabezas grises, y aquella maestría con la que acentuaba sus ojos y atenuaba sus ángulos más obtusos, hacían de ella no una dama, "La Dama".

Todos en el barrio sabíamos que ella valdría al menos diez veces más que aquella chica de enormes ojos oscuros e inverosímil cintura... Creo que acabó siendo modelo... no lo sé. Y sin embargo... ella, Ella, con sus años de sobra y sus ojos, siempre más allá de los edificios, viviría, leería y moriría sola, encontraría algún que otro amante casual que quisiera unirse a sus carnes una noche, o dos; prepararía café todas las mañanas, a pesar de no beberlo.
Y eso sería todo. No le deparaba el destino un futuro mejor, a ella, que, siendo apenas unos chavales más hormonados que genios, sabíamos que debía ser la reencarnación de alguna Marilyn Monroe de Madrid.

Y leyó el manual de cómo ser una "femme fatale", pero nunca le gustó fumar.
Porque cuando sólo pensábamos en meterla en caliente, no supimos expresar que hay dos tipos de mujeres: las que están destinadas a ser el polvo de tu vida, y las que están destinadas a ser la madre de tus hijos.

Ella nunca engendró más vida que la que puede crear una mujer regando un planta.

martes, 10 de febrero de 2009

Imagine all the people...

Salí de casa todo lo rápido que me permitía la mochila, deslizándose de mis hombros, el abrigo, enredado en los brazos y las piernas, más en la cama que conmigo.
<<Joder, joder, joder>> pensaba mientras la vertiginosa sucesión de casas y coches pasaba a mi alrededor. Volvía a llegar tarde.
Crucé la calle sin mirar, como siempre. Y al doblar la esquina la vi, a tiempo.
Sonreí y después recuperé el aliento. Sabía que la había hecho esperar, y ahora ambos llegaríamos tarde por mi culpa; pero ella no dijo nada.
Me dio un beso, cogió mi mano y aceleró el paso disimuladamente.
Mientras tanto, yo imaginaba cómo sería salir de casa una mañana si ella no estuviera esperándome en el portal de siempre...



Preferí dejar de imaginar.

lunes, 9 de febrero de 2009

Accept.




- Pequeña, creo que ya va siendo hora de que empieces a aceptarte...



- Mañana, como las dietas, los estudios y los problemas... mañana.

sábado, 7 de febrero de 2009

r e l a t i v e c o l d













...Ven aquí, que estás desnuda y te vas a enfriar.

jueves, 5 de febrero de 2009

Mientras todos los demás duermen


Se hace de noche, cuenta besos que echarás de menos... hasta que te venza el sueño.
Piensa en mí. Yo, conmigo.
Piensa, antes de dormirte, mientras todos los demás cuentan ovejas.
Canta, a solas, los días de tormenta.
Reza a un dios Innominado.

Porque desde lejos, mientras todos los demás duermen, miro por la ventana.
Porque planto girasoles en botes de yogurt, que nadie se comió.
Porque el viento llama, con los nudillos, y trae chocolate, besos.
Y es que, a las noches, pasadas las dos, en el mundo no queda absolutamente nadie.

Y mientras todos duermen doy vueltas y vueltas.
Pensando en ti, tú, contigo.
Si sueñas. ¿Qué sueñas?
Si duermes. ¿cómo te estarán abrazando las sombras?
Si despiertas en mitad de la nada. ¿Qué buscas?
¿Me buscas?
Si vas a por un vaso de agua. ¿Qué sientes?
¿Me sientes?
...Pensándote. Hablándote.

Arañando las cortinas por si se hace de día. Y dejando jirones de cristales.

Apuntando en una libreta un sueño que sólo es diario.
Y entonces, antes de dormirme, me pregunto, abrazada a-mis-propias-sombras.
¿Es importante SABER que soy yo en la que piensas, cada noche al acostarte?

Pero no, no es una pregunta.
Es una canción.

"Ganas de abrazarte y devolverte el beso"