viernes, 26 de agosto de 2022

madrugadas

Amanece azul, blanco y gris

se forma un nuevo día

entre las sombras de la noche


rompe el silencio

una respiración

y rompe el miedo

una piel


me sujetan 

estos brazos

y una sonrisa que se encuentra 

aún perdida

entre los sueños 

de las últimas noches estivales.


en mitad de un mundo

de límites desdibujados

de futuros inciertos

se encuentra

su cuerpo cálido

y me buscan sus manos


me sujetan para que no me hunda

en el océano de una mañana 

azul, blanca y gris.


Incluso desde el otro lado de la vigilia,

desde el mundo de los sueños,

me busca,

me abraza,

me salva

del abismo de las madrugadas pálidas.


martes, 23 de agosto de 2022

De un invierno azul y dorado

se escapa la música nocturna

el baile clandestino sobre la madera que cruje.


Días políglotas

de sol o de lluvia

de estrellas o nubes

de un Sorolla contento.


Curan las heridas,

se viste de flores la vida

se llena la casa

de paz y belleza.


De risas, de sueños,

de libros y cuentos.


La luz blanca de las mañanas frías

cubre con su sábana de plata

el día

tu piel

la madera vieja del suelo

el pasado y el futuro.


Desborda el sol

a través de los cristales

y entre las grietas de todas las cosas.


Curan las heridas

se revisten de oro

duermen los monstruos

estamos en casa. 



domingo, 7 de agosto de 2022

Fuego

 No conoce aún la magia del otoño

pero tiene en los ojos su luz dorada

y sabe de los árboles perennes 

y los atardeceres exangües.


Mira en el buzón todos los días

domingos y festivos

mañanas o madrugadas

no porque espere ninguna carta

sino por crear rituales.


Se duerme si le tocas la cabeza,

sonríe cuando baila

y viaja lejos cuando piensa.


Tiene un pasado de huertas y martillos.

Fue criado por un roble y en lugar de libros,

tenía un carnet. 


Hace música con lo que toca

descubrió el baile en mitad de la noche

y se salvó de la madrugada helada.


Ahora es pirata,

se sabe todas las canciones

y tiene las manos cálidas.


Nunca se enfada


igual que su fuego,

por mucho que sople el viento,

nunca se apaga.