De un invierno azul y dorado
se escapa la música nocturna
el baile clandestino sobre la madera que cruje.
Días políglotas
de sol o de lluvia
de estrellas o nubes
de un Sorolla contento.
Curan las heridas,
se viste de flores la vida
se llena la casa
de paz y belleza.
De risas, de sueños,
de libros y cuentos.
La luz blanca de las mañanas frías
cubre con su sábana de plata
el día
tu piel
la madera vieja del suelo
el pasado y el futuro.
Desborda el sol
a través de los cristales
y entre las grietas de todas las cosas.
Curan las heridas
se revisten de oro
duermen los monstruos
estamos en casa.
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