lunes, 22 de septiembre de 2014

Teseo

No entendía porqué seguía sintiendo aquel nudo en la garganta si ya había borrado todas las conversaciones mantenidas con ella.

Miró a su alrededor y solo encontró el fantasma de su ropa tirada por el suelo, unas flores secas, un libro con las páginas dobladas.
La vida era como la pintura barata de pared, descascarillándose en silencio y poco a poco, sin que nadie viese los restos caer; simplemente un día estaban en el suelo.

Sentía que si no había pruebas el pecado seguiría ahí, pero no llegaría el castigo. Creía ciegamente en la presunción de inocencia. Por eso borró su nombre de la lista de contactos, no borró el número, lo guardó con un nombre anónimo que no le recordase a nada en absoluto. Por eso guardó todas las fotos y luego las perdió, deliberadamente.

Era un fugitivo que huía de sí mismo
y sus vacíos

y acabó perdido en el laberinto.


domingo, 21 de septiembre de 2014

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T o r m e n t a s  



en septiembre











miércoles, 17 de septiembre de 2014

aún sin ser octubre

Un empujoncito a la vida,
bajar las persianas
despedir el sol
cerrar los ojos
y tratar de dormir
hasta que pase todo el día
la vida.

Problemas apilados,
asuntos no resueltos
y candados estallados;

se escapó lo que guardábamos en la jaula.

Si era un pájaro,
ojalá volar sobre el mundo entero.
Si era una bestia,
ojalá encontrar otro hogar,
uno con ventanas más grandes.

Un empujoncito a la vida,
ruedas que chirrían
cuesta abajo
hacia el agua fresca
hacia el cielo azul.

Permitirse un espejo tapado,
unos ojos cerrados,
silencio y tiempo.
Perdonarse.

Se rompieron los cerrojos
se escapó lo que teníamos pensado

ojalá un pájaro
ojalá un lobo
ojalá un niño

y ahora corren,
dueños,
de lo que teníamos creado.