lunes, 16 de febrero de 2009

Caress

Acarició su pelo. Le hubiese gustado que fuera más largo, para poder llegar hasta su cintura, y seguir, con ese cosquilleante sonido que producen los dedos al deslizarse por la piel, hasta la curva de su espalda.
Quería aprenderse sus límites y líneas de memoria, por su algún día (la) perdía (la) vista. Para recordar su sonrisa en braile y saber cómo escribir la piel de gallina del hombro al muslo, sin olvidarse jamás de rodear, de abrazar, de besar el ombligo.


"Junto a la fuente en la que un día juré que jamás querría tanto a una mujer..."


Y o u r l i p s c a r e s s m y s k i n
. . .
I t ' s m o r e t h a n I c a n s t a n d

2 comentarios:

.A dijo...

queria memorizar cada linea de su piel , cada centimetro de ella ...

Anónimo dijo...

Nada como ver con el tacto, nada como sentir con las miradas. aunque este alma siga atrapada en este cuerpo donde las libeludas susurran!

^^ Angel!