Las flores del cerezo
renacen cada año
está escrito en su ADN
no pueden parar de vivir y de morir.
No se plantean su naturaleza
ni se desaniman por saber
que sus flores son efímeras.
Las flores del cerezo
persisten
insisten
no cejan en su intento
Hasta explosionar un día cualquiera.
Quiero ser flor de cerezo
y volver, una vez más, a lo que fui
a lo que sé que puedo ser
que soy.