jueves, 20 de diciembre de 2007
Quiero
Esa sensación agridulce... la desesperanza y resignación que queman y marcan unna débil sonrisa de quien añora el vacío.
Es un sentimiento confuso, pero al menos es mejor opción que el dolor, y mas llevadera su ausencia que la felicidad.
También está esas imágenes, esos recuerdos inventados, esas historias de papel y cartón que llegan como un torrente de calor y desaparecen, acentuando aún más el frío de este sótano.
Quiero un mundo más rápido, o más nuevo, más simple y menos cruel. Quiero un mundo en el que creer sea suficiente, en el que querer sea poder... quiero un mundo sin grises aceras empedradas y sin lágrimas por la noche. Quiero un mundo de sol y lunas eternos, de amaneceres constantes y anocheceres sin adios... quiero que mis sueños sean indestructibles y no resignarme jamas... quisiera que querer bastara...
Quiero la magia de un mundo podrido, la manzana de un árbol muerto... quiero soñar, una vez más... sin tener que sentir esto...
quiero... no sé... algo mejor
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas
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