El viejo sentimiento de querer enterrarse, más para que te encuentren (busquen) que por desaparecer.
Y es que es Octubre, aunque no se sienta sobre la piel.
Es Octubre.
Que por eso empieza a pesar mi cuerpo, mi vida.
Los silencios, que son losas.
Me asfaltan. Cada mañana, cada noche.
Se ponen las calles sobre mí.
Que es Octubre y no quiero sentir más que el frío fuera, pegándose al cristal, para ver si puede entrar y disfrutar de mi calor dorado, azul y gris.
Que quiero ser rescatada (una vez más, como cada Octubre).
Y ya creí que estaba curada.
Como si, por no mirar, no se sintiese la cicatriz cada vez que va a llover.
1 comentario:
aunque no sepa por qué nostalgias y odias Octubre, entiendo esa sensación que tiene sobre ti, y como leiste, también sobre mi.
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