lunes, 18 de abril de 2016

Sail

Siguió cruzando los semáforos en rojo
hasta en las calles que no conocía
hasta cuando los coches pitaban,
enfadados.

Siguió dejando pasar los semáforos en verde,
distraída mirando al cielo
o a la tierra
mojada.

La primavera era como ese objeto perdido
que aparece un día debajo de la cama
para recordarnos su existencia
y todo lo que conlleva.

La vida era como la primavera
pero a intervalos
más breves
o más largos.

Y al final todo se resumía en esos días de lluvia y sol
o que se haga de día mientras caminas.
O el mar que se encuentra
debajo de la piel
debajo de la cama.


1 comentario:

El Drac dijo...

Hasta que la muerte nos sorprenda