martes, 17 de diciembre de 2019

Reza

De la luz de diciembre,
el frío en los cristales.

Queda
un camino
plagado de cadáveres.

Y, entre ellos,
el mío.

He llorado mil veces la pérdida
y ahora parece poco más
que un accidente de invierno.

Se han ido,
sin gritos,
sin sangre.

Como si jamás hubiesen existido.

Se cierra una década,
exhausta,
herida por puñales.

Se cierra una década,
agónica,
coronada de flores.

No hay comentarios: