sábado, 4 de julio de 2020

Ya no llevamos el fuego

Quedan rescoldos de mi fuego
Cenizas
Que se enfrían y dispersan.

Si es que alguna vez existió
La hoguera que recuerdo

O fue quizás
Solo un sueño

La memoria del calor.

No reconozco
A la extraña del espejo
Está triste y enfadada
No le cabe en el pecho
Más que miedo y derrota

Está cansada del rechazo
De perder y perder

No soy yo
Yo ya estoy muerta.

¿Se acordarán de mí las personas que se fueron?
¿Podrían reconocerme
Si nos encontrásemos
En el cielo?

Si es que existe
Un cielo.

Me corono de escombros
Sigo caminando
Hasta que llegue mi turno
De besar la tierra seca
Y agrietada.

Solo quiero descansar
La cabeza entre dos palabras.

Volver a sentir,
En sueños,
Las llamas crepitar.

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