jueves, 24 de noviembre de 2011

¿A quién?

Te pudres, en tu jaula.
Con vistas al paraíso.
Con humo tras las pestañas.

Vete a dormir, antes de que sea demasiado tarde.
Parpadean con suavidad las luces.
Abres la boca,
como para decir algo.

Resuena tu silencio entre las paredes.
¿A quién?

Vete a dormir,
antes de que te falte el aliento,
y mires hacia todos los lados,
y abras la boca, para no decir nada

¿A quién?

domingo, 20 de noviembre de 2011

Rápidamente, se va


No vas a tener tiempo en tu vida para todo lo que quieres hacer.
Y tu vida no será la canción que soñarás libro tras libro,
cuento tras cuento.


Y las luces de los países del norte, tan cálidas entre un viento tan duro, te inundarán el corazón como un fantasma, para siempre.
Igual que el mar te dejará la huella de sus susurro impresa en el corazón, volviendo el anhelo hacia sus aguas.

Vivo mi vida mirando mi reflejo en los oscuros cristales de un tren.

Porque a veces, de pronto, como si lo trajese el viento, viene la visión del mago.
Y el frío adormece la punta de los dedos.
Y vuelve al corazón el recuerdo de la luz. Y quizás todo sea posible.

Pero es la visión del mago, de otoño e invierno.
Y rápidamente queda sepultada bajo los charcos del deshielo.

Son los padres

Últimamente sueño mucho, demasiado.
Tengo vidas paralelas, y trabajos pendientes.

Tengo el profundo miedo de quedarme vacía.
El profundo miedo a perder el juego.

Esta es la noche de tumbarse en la cama
y echarse a dormir.

Porque en el fondo sabemos.
Que yo no escribiré un libro,
ni viviré nunca en Japón.
Que estoy segura de que Islandia es un cuento,
son los padres.

Siempre,
son los padres.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Up to the skies


Que no es el frío
de Noviembre.
Ni la luz pálida, como los latidos.
Que no es la ausencia o la distancia.
Ni la sangre que corre bajo la piel.
El viento o el pelo,
intentando alcanzar el sol,
que, dicen, que debe de andar por ahí arriba.

Aunque a nosotros ya ni nos suena haber oído de él.

Y es estúpido, porque al final no hay que tener la voz más dulce del mundo,
o los ojos más bonitos,
ni siquiera hay que ser, nada.
Es como la sonrisa las tardes sumergidas,
que se lleva,
o no se lleva.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Muy a Octubre


¿Cuál es la historia más bonita del mundo?
No está aquí, por supuesto.
O sí, precisamente por estarlo.

Tan de cada día, en dosis tan pequeñas que un día, de pronto, dejó de estarlo.

La historia más bonita del mundo, la que hace las tardes de otoño más grises, más azules y más pesadas.
La que encoge el alma, hasta que el cuerpo se nos queda grande.

Y no parece la historia más bonita del mundo si solo te digo que él, que antes no era así, parece más feliz a tu lado. Que parece que ya no le torturan las historias que leyó cuando era quizás demasiado pequeño. Que sonríe. Que es feliz, que es lo más bonito que le puede pasar a uno.

Porque esto hay que sentirlo.
Y lo puedes plasmar en cuatro palabras.
En una imagen.


Porque, a fin de cuentas, es la historia más bonita del mundo.
La de: eres tan especial que ahora soy mejor persona, por ti.
Y algo así, irremediablemente, debe durar para siempre.

Y algo así, irremediablemente, no puede ser real.
Precisamente.

jueves, 3 de noviembre de 2011

F rac/u ture

A veces pienso en el tiempo futuro.
Que lo quiero.
Como lo pienso.
Lo quiero.
Pero en ahora.

Y se me hace tan lejos.