Y tu vida no será la canción que soñarás libro tras libro,
cuento tras cuento.
Y las luces de los países del norte, tan cálidas entre un viento tan duro, te inundarán el corazón como un fantasma, para siempre.
Igual que el mar te dejará la huella de sus susurro impresa en el corazón, volviendo el anhelo hacia sus aguas.
Vivo mi vida mirando mi reflejo en los oscuros cristales de un tren.
Porque a veces, de pronto, como si lo trajese el viento, viene la visión del mago.
Y el frío adormece la punta de los dedos.
Y vuelve al corazón el recuerdo de la luz. Y quizás todo sea posible.
Pero es la visión del mago, de otoño e invierno.
Y rápidamente queda sepultada bajo los charcos del deshielo.
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