Frío por la espalda,
hasta la cara.
Como si fuese de cristal
el aire que respiras.
Como si nunca hubiese habido alguien ahí.
Hace ya tantos años,
que quién sabe si hubo verano antes.
Te duele la cabeza,
quieres meterte en la cama.
Adiós, Ophelia, adiós.
3 comentarios:
Cortito y Bonito, me gusto!!
Un abrazo ^^
¿Acaso a Ophelia ya no le queda voz?
Lo bueno si breve dos veces bueno, corto, consistente, profundo... conmovedor, te felicito por como escribes, y muy bueno el blog
Saludos
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