Son los gritos bajo la tierra,
son los arañazos de las entrañas;
de dentro a fuera.
Es la mente que vuela alto,
tan alto que se aleja del cuerpo,
que nadie alcanza el pensamiento.
Es el sueño colectivo
que nunca haremos realidad
Que estamos muy despiertos,
muy vivos.
Somos los esclavos condenados.
2 comentarios:
Sin duda, todos condenados.
Besos de neón, y preciosos versos los tuyos, sigue escribiendo.
Que la angustia no sea tu luz, ni la desesperanza tu camino, mi niña bella deja que sea tu silencio y paz quien venza ese demonio llamado destino.
FELIZ 2013 Muuack
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