sábado, 24 de mayo de 2014

Un guiño furtivo

Del día menos pensado a cuesta abajo y sin frenos.
De que se me pasaron los años
entre las manos
y tengo esos sueños
proféticos
en los que los muertos
son más felices sin saberlo
y los vivos
tienen esa bruma de la memoria
que solo se despeja al despertar
y ser dos,
o más, si contamos las manos.

De dormir abrazados al espalda contra espalda
y volver de nuevo al camino
empedrado y apedreado,
donde nos perdimos
y nos conocimos.

De reproches y derrotas
a no ganar nunca nada
y ser los buenos para nunca.

Y aún así encontrarnos,
acarreando las piezas
de lo que nos quedaba de existencia.
Enterrando los cadáveres
de aquellos que no merecían una despedida.
Dejando que esos muertos
no sepan que lo están.

Sentimos compasión y culpa,
que es lo más grande que puede sentir el inocente.
Igual que son las más grandes cadenas
que pueden someterle.

Del día menos pensado
al "ven y dame un abrazo".
Pasamos de gritarnos porque nos dolía querernos
a viajes de autobús eternos.

Sigues teniendo esa sonrisa
que solo aparece algunas veces,
justo el momento después
del choque.


...y es como un guiño furtivo,
en mitad de la multitud.
Me miras.

1 comentario:

Devendra dijo...

Es la cosa mas hermosa y triste que he leído. Gracias.

Besos