Después de ti me quedan sonrisas incontables.
Viajes a cualquier parte.
Esas endorfinas católicas que te empujan a bodas blancas, flores y niños.
Después de ti me queda una cama vacía,
y tu olor que se disipa.
Me quedan fotografías,
recuerdos, y promesas.
Duchas demasiado frías.
Después de ti me quedan sueños, imagina.
Me quedas tú, y esta sonrisa que no se borra. No se borra.
Me quedas tú.
Me queda el sol, me quedas tú.
1 comentario:
Quisiera poder decir lo mismo, pero a mí sólo me queda tu post. Un abrazo
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