Se ha levantado el viento, suave, fresco, como cuando corres y se desliza por tu cara.
Y persigues esos últimos rayos de luz, aquéllos que tiñen sólo un lado de las briznas de hierba de oro.
Te sobra la ropa, y te sobran los zapatos. Porque ya estás sintiendo la piel de la tierra, removerse bajo tus pies. Sientes ganas de tirarte al suelo, y girar. Ver el cielo, de ese azul sumergido.
Y luego el verde vivo, y el bronce apagado del sol. Mezclarte en la tarde, para que sigas sintiendo ese viento incluso cuando ya no recuerdes siquiera el lugar. Y que penetre en tu piel el dorado de mil haces de luz agonizante. Ahogarte en el cielo, entre las nubes y los peces metálicos.
Pero si te detienes ahora el sol se irá sin ti.
Y las bastas praderas se seguirán extendiendo hasta el horizonte sin añorar tu presencia.
Y el cielo será de otro color mañana.
Si te detienes ahora, el tren seguirá pasando.
Y tú no estarás lo suficientemente lejos como para imaginar que no vuelve.
Si te detienes ahora,
simplemente existirás.
3 comentarios:
Sí,pero existirás sólo para observar cómo la vida se va!!
la vida son momentos,
unos detrás de otros,
no para,
no pares..
nada para.
Hoy me detuve y le di la bienvenida a la primavera... =)
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