domingo, 1 de enero de 2012

De domingo


El año ha amanecido domingo, de esos de sol por la mañana
y tardes frías de cielos blancos.
Y blanco ha amanecido el corazón,
como si estuviese desengañado,
tras tantos años ganados.

Y acabada la maldición de la primera noche del primer día, que llega antes que el sol
-que los malos comienzos siempre han sido lo mío-,
dejo,
en una habitación de verano,
un sueño entre sábanas, durmiendo,
latiendo enterrado entre tanta realidad.

Porque los trenes que esperas nunca pasan cuando miras
hacia la estación abandonada,
en la que el reloj contaba las horas hacia atrás.

Y las promesas de borracho,
se esfuman con las primeras luces del albor de un año.

Y los cristales del alcohol,
lacerarán la piel para siempre,
dejando cicatrices perennes,

que duelen cuando va a nevar.



Rompas los espejos o cierres los ojos,
los demás no están ciegos.

3 comentarios:

prometeo dijo...

no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?


Siga soñando amiga, siga creyendo en la patria dónde han de vivir los sueños muertos. Proféticas palabras resuenan en este año tan vacío de nada:

"el amor es la compensación de la muerte; su correlativo esencial."

El Drac dijo...

Querida Valkyrie es espectacular este poema y más éste verso "Porque los trenes que esperas nunca pasan cuando miras
hacia la estación abandonada" que grafica exactamente lo que siento.

Te mando un fortísimo abrazo y mi deseo de que este año te traiga sólo éxitos y alegrías.

¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!

Dilealarabia dijo...

Joder. Joder joder joder >.<