jueves, 30 de abril de 2009
Perect Crime
- Tienes que irte, corre.
Caperucita dejó caer la cesta sobre la cama, se levantó de un salto y, soltando la mano inherte de su abuelita salió de la casa a toda prisa, dedicándole una última mirada de despedida al lobo;
una última mirada de complicidad.
El día en que todos en el pueblo honraron al cazador, desposándolo con la más brillante joven de la aldea: caperucita, ella estuvo en primera fila para observar, con sus enormes y curiosos ojos oscuros los ambarinos del lobo.
Sonrió y su sonrisa canina exaló la descendencia del lobo en sus venas.
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lunes, 27 de abril de 2009
Viejos amigos
El domingo, tras la tormenta de la noche anterior, amaneció dorado sobre los altos tejados de aquella iglesia que se erguía, orgullosa, sobre un pueblo aún demasiado joven para comprender la magnificencia del arte de las catedrales.
El obispo se relamió de los labios la mermelada del desayuno. No era profeta ni oráculo, pero sabía su final.
Antes de que pudieses tratar de chantajear con una mirada a quien, en otro tiempo había sido un viejo amigo, la daga atravesó su sotana, su carne blanda, su fe quebrada y el poder divino.
El férreo poder de Dios cayó con el cuerpo inerte del obispo.
Y el guerrero de ojos de plata líquida, su viejo amigo, limpió la daga con la túnica de una de las monjas que gritaba entre horrorizada y eufórica, y siguió su camino, de vuelta a casa.
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viernes, 24 de abril de 2009
Cinderella
La invitó a pasar, muy amablemente.
La enormes puertas de cristal se alzaban grandiosas en aquella avenida orgullosa de presentarse inmensa burguesa, iluminada por millones de luces, árboles cuyas copas daban sombra ante el esplendoroso sol que siempre iluminaba aquellos adoquines pisados por los más caros zapatos.
El portal presentaba el mismo aspecto que la mansión entera de algún multimillonario. Por un momento ella se sintió como aquella prostituta de la película de Pretty Woman, pero ella ni siquiera iba a cobrar... y sabía que en este mundo las malas ganan, aunque sea dinero y noches en hoteles de lujo.
Se vistió tras los cinco minutos de rigor después de la consumición del último tema de conversación. Atusó su cabello, como si en aquella situación pudiese rescatar algo de dignidad de entre las sábanas y marchó, antes de no escuchar un "ya te llamaré".
- ¿Dónde encontraría su número?
- En alguna sección de "contactos"...
The modern Cinderella doesn't fit into a shoe... she fits into a dress.
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jueves, 23 de abril de 2009
viernes, 17 de abril de 2009
When humanity fails...
El cielo de un gris apocalíptico.
"Me suena tu cara... a ver, ponte de rodillas y abre la boca...
...ah, pues no."
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas
miércoles, 15 de abril de 2009
o r a n g ' s
Con una sonrisa en la boca cogió papel y lápiz. Quería olvidar que se hacía mayor, o atravesaba una mala racha.
Quería negar que no podía escribir o que los besos le sabían diferente desde el primer café de la mañana.
Echaba en falta el chocolate por las noches y los viajes inesperados a una playa donde el sol brillase tostando la arena y dibujando con una brocha destellos sobre el mar.
Miró por la ventana, comprobando que continuaba en un séptimo, de los de ascensor que ni siquiera tienen una historia como la de estar estropeado cada tres por tres, o haber concevido algún bastardo de "El del Primero".
De alguna parte inconcreta le llegó el aroma cítrico de una naranja al ser pelada, exprimida o cortada. Imaginó una tarta, un zumo y un cóctel respectivamente.
Y sonrió, pensando que quedaban personas felices, de esas que a media mañana hacían una tarta para alguien, se levantaban, habiéndose perdido horas de amanecer o esperaban con un martini la hora de comer...
Quería negar que no podía escribir o que los besos le sabían diferente desde el primer café de la mañana.
Echaba en falta el chocolate por las noches y los viajes inesperados a una playa donde el sol brillase tostando la arena y dibujando con una brocha destellos sobre el mar.
Miró por la ventana, comprobando que continuaba en un séptimo, de los de ascensor que ni siquiera tienen una historia como la de estar estropeado cada tres por tres, o haber concevido algún bastardo de "El del Primero".
De alguna parte inconcreta le llegó el aroma cítrico de una naranja al ser pelada, exprimida o cortada. Imaginó una tarta, un zumo y un cóctel respectivamente.
Y sonrió, pensando que quedaban personas felices, de esas que a media mañana hacían una tarta para alguien, se levantaban, habiéndose perdido horas de amanecer o esperaban con un martini la hora de comer...
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas,
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domingo, 12 de abril de 2009
Naces, te jodes y mueres
Sabes cuando dos personas se encuentran en un bar, y uno, que se ha criado entre cuentos de hadas precocinados y películas de vestidos rosas, piensa: ¡Coño, esto es el destino!
Pues resulta que no.
No me apetece contar nada hoy, lo siento; no, mejor dicho, te jodes.
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas
jueves, 9 de abril de 2009
Santo
Hay quien recuerda los motivos equivocados.
Quien se equivoca olvidando, o recordando.
Hay pan de cada día para todos los cristianos y mendigos.
Para lo pecadores, pero los arrepentidos.
Hay perdón y paraíso para quien tiene el valor de disimular,
y de prometer, cruzando los dedos.
Días de gloria para los alérgicos a la peptina de una manzana,
para los saciados en la última cena.
¿Has olvidado cuándo era el fin del mundo?
¿Lo que era tuyo, y lo que no?
¿Qué vino, qué se fue?
Has vuelto a olvidarte del apocalipsis, un año más.
Arrepiéntete, como un buen ex-pecador, como un rehabilitado más.
¿Has olvidado algo?
Sientes, al salir de casa, esa sensación de dejar algo de vital importancia atrás?
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas,
Soñando paranoias
domingo, 5 de abril de 2009
Under the same s u n (s)
Se saltó el desayuno para sentir cuanto antes el viento del verano anunciándose en la calle y las piedras destilando lluvia.
Sentía aún aquel mareo en la lengua que la hace vibrar horas después de un beso, y las farolas se apagaron todas a una, como en una muda sinfonía de luces.
Hubiese faltado un estanque oscuro para hacerlas bailar, pero el olor a café, cruasanes y mermelada descendiendo de los edificios colindantes disimuló bien la carencia.
Mientras descendía por la cuesta asfaltada, pegando pequeños saltos para no tropezar con sus cordones desatados, se preguntó por qué anochecía de un color diferente al del amanecer; y la idea de dos soles, como hermanos gemelos, de uno beato y el otro proscrito, le hizo esbozar una leve sonrisa.
Pensó que las personas como él aún seguirían durmiendo... y entonces ella podría contarle, al despertar, su descubrimiento estelar.
:y a pesar de todo que difícil es...::
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WindGuardian
viernes, 3 de abril de 2009
All this time
La llamada se cortó.
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas
jueves, 2 de abril de 2009
miércoles, 1 de abril de 2009
J(L)ust
Mírate. Mírala. Mira como la miras.
La devoras, la tocas, la hueles, la lames.
La deseas.
Hundirías tus dientes en ella. Saborearías cada curva.
Sé que quieres hacerlo.
Tus ojos suplican el perdón por el pecado que estás a punto de cometer.
Tus manos desenredan los lazos que la envuelven con lujuria y torpeza.
En tu mente.
La tienes... Y apenas parece que exista ese centímetro de cristal que te separa de ella.
...
Maldito escaparate.
Alguien entra en la pastelería y se la lleva.
Se lleva tu tarta.
¿Qué cómo lo he sabido?
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