domingo, 5 de abril de 2009

Under the same s u n (s)




Se saltó el desayuno para sentir cuanto antes el viento del verano anunciándose en la calle y las piedras destilando lluvia.
Sentía aún aquel mareo en la lengua que la hace vibrar horas después de un beso, y las farolas se apagaron todas a una, como en una muda sinfonía de luces.
Hubiese faltado un estanque oscuro para hacerlas bailar, pero el olor a café, cruasanes y mermelada descendiendo de los edificios colindantes disimuló bien la carencia.
Mientras descendía por la cuesta asfaltada, pegando pequeños saltos para no tropezar con sus cordones desatados, se preguntó por qué anochecía de un color diferente al del amanecer; y la idea de dos soles, como hermanos gemelos, de uno beato y el otro proscrito, le hizo esbozar una leve sonrisa.

Pensó que las personas como él aún seguirían durmiendo... y entonces ella podría contarle, al despertar, su descubrimiento estelar.


:y a pesar de todo que difícil es...::

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Que valor tiene algo que es fácil? Debe ser difícil.
No sé, la idea de dos soles contrapuestos me trastorna. ¿Que te parece un solo, con distintas apariencias según el instante de día en que se encuentre? Sí, sí, uno sólo, capaz de dibujar un alba, alumbrar en lo alto un ardiente mediodía de verano, o esbozar difusas siluetas al anochecer. Mil soles en uno solo. Así es la naturaleza del alma. Capaz de una cosa y de su contraria.
Ya paro. Creo que me he liado. Mejor seguir en la orilla observando atónito el atroz aleteo de las libélulas

Anónimo dijo...

Los colores de la vida, son como el amanecer y el anochecer nunca se entienden solo se viven.

Ay desafortunado aquel que ha maldecido un amancer, cuando la larga noche a robado todo su ser!!

Feliz Semana .... Guri!!

Ángel

Yuki, Lord Nieve dijo...

que no me duela estar sin ti...