domingo, 10 de abril de 2011

El peso de la oscuridad


Y lo peor, ni siquiera tengo palabras.
Vuelven a quemarme los cristales.

"Pensaba que si yo no me veía,
nadie más podría hacerlo."

2 comentarios:

N. dijo...

Supongo que siempre hay alguien observándonos, alguien que está ahí aunque nosotros no lo notemos :)

Un abrazo!

El Drac dijo...

ésa técnica del avestruz no es buena; recuerdo cuando era niño; me gustaba caminar solo por los barrancos. a veces cuado encontraba una explanada levantaba con piedras un muro como para, tras él, atrincherarme contra los embates del mundo que aún no conocía. Un abrazo