No te dedico todos los aplausos que mereces.
Ni todas las palabras que, en realidad, (te) pienso.
Porque siento que todo cuanto haga, se quedará pequeño;
a la sombra de tus manos, de tus gestos y tu voz.
Y andan por aquí, a izquierda y derecha, esas ganas de hacerte feliz.
Y no con piruetas. Para que, cuando sea yo, no te sorprendas.
Hacerte feliz porque sí.
Y sentirme realizada (como la que más).
Aunque me de miedo, por las noches,
haberme dibujado semejante diana en el pecho.
Precisamente como si,
para ser feliz, debieses arriesgarte a perder la sonrisa.
Porque, a día de hoy, merece la pena.
He dicho.
6 comentarios:
Quien no corre riesgos, no gana.
Precioso :)
Un abrazo!
Me encantan los parentesis, el texto en general, pero especialmente el primer parentesi :)
Hay ciertas dianas que no se pueden borrar, más que pintadas son tatuadas, y son hermosas.
pero a dia de hoy merece la pena
correr riesgos por tenerla mi lado..
Quien no lo intenta, ya ha perdido.
Cuando apuestas, con riesgo a perderlo todo, y ganas...
=)
No es un riesgo perder la sonrisa; bueno, si es momentáneamete digo.
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