domingo, 17 de abril de 2011

Wicker



A veces, de pronto, me vuelvo a hacer pequeña (más).
Como cuando no tenía nada. Y ni siquiera era tan malo,
eso de vivir de los quizás, y de las esperanzas puestas en un futuro
que tanto nos gustaba imaginar.

Y me vuelven a temblar las piernas del esfuerzo;
lloro como antes, porque, te cuento un secreto, ya no lloro (casi nunca).
Pero resultan estas noches, que te sientes tan tan lejos...
No sólo lejos, tan tan sola...
Que te juro que vuelvo a aquellos tiempos.
Al principio del camino, cuando esto no podía ni imaginármelo...

Y fíjate ahora, desde aquí arriba,
somos mucho más débiles.
Hojas trémulas esperando que el viento no sea demasiado fuerte.
Y a veces, lo es. Y tengo miedo de caer.

No creo en las coincidencias.
Por eso tengo tanto miedo.
Y me siento esta noche tan sola.

Y tan como antes, como antes de todo... Que tengo miedo que, de ser así, no sea capaz de volver(me) ahora.

Buenas noches, Mago.

Tal vez le mojó las plumas el relente de la luna...

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