Se quedan atrás los amigos que no volverán. Y los años que hablo siempre de olvidar.
Se quedan atrás las tardes más luminosas de los veranos cálidos. Y las palabras que más dolieron.
Atrás tanto, que pienso que me quedo a veces atrás yo misma. Y viene esta desconocida.
Que no sabe ni quien es, ni cómo se llama. Y sólo quiere vivir como el náufrago que se agarra a la tabla, con los ojos cerrados.
La cabeza caliente y los pies fríos.
Se quedan atrás los mejores y peores, de toda la vida.
Se quedan atrás las piedras que nunca pisé.
Y las hojas que nunca escribí.
Como si ya no pudiese volver a hacer eso nunca.
Es un sentimiento estúpido.
Tan grande como cuando miras el mar, inmenso, y sólo ves agua
y cielo.
Agua y cielo
5 comentarios:
¿Cómo vamos a poder distinguir nuestro futuro si en el horizonte no se distingue cuando empieza el cielo y cuando empieza (o acaba, quien sabe) el mar?
¿Cómo vamos a dejar atrás todo lo que pudiera haber sucedido si el cielo y mar son del mismo color?
Al final todos nos olvidamos algo por el camino. Aunque sean solo dudas o mentiras, pero siempre quedará algo por el resto de los tiempos para atormentarnos. Pero la gran pregunta es esta: ¿con qué mano vas a agarrar el futuro si no sueltas el pasado?
Un beso muy grande, me gustaría que te pasaras por mi blog: 1sombraenlaoscuridad.blogspot.com
http://www.youtube.com/watch?v=zwxLHqBDVNs&feature=related
Me lo pongo siempre que leo tu blog ^^ hoy le pegaba un montón al texto, que lo disfrutes tanto como yo disfruto leyendo tus escritos.
-Una libélula perdida del mundo-
Muchas veces tengo mono de agua y cielo.
Solo agua y cielo.
Pero vivo en una ciudad sin mar, y me lo tengo que inventar :)
Aún hoy, sigo necesitando agua y cielo. Tengo ganas de mirar un horizonte.
muaaak.
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