domingo, 25 de enero de 2009

Quería tu sonrisa para mí

Quería guardar tu olor para cuando llegase el fin del mundo.
Y conservar tu voz hasta perder incluso mi nombre.
Quería tu sonrisa para mí.
Y llegué tarde a mi nacimiento, y pronto al funeral.
Quería tu forma de mirar, tu forma de no-saber-mentir.

A ti.
Quería tu piel, tus manos y tu alma.

Y conociéndome te rompí.

Quería ser, no suficiente, quería serlo todo.
Y no alcanzaba ni a la primera nube que besa al cielo cuando amanece (y aún no lo hago).

Por eso, no es que no pudiera perdonar[me] (siempre -me, mi, conmigo, porque el mundo se centrifugaba en MI cabeza), es que sé mirar a otro lado cuando hay sitio para respirar, cuando hay sitio para no oir nada.

Hay cosas que no estoy hecha para soportar. Una de ellas es a mí. Ni mi peso, ni mi mente. Nada. Es como el agua encerrada en el agua.

De par-en-par. Como los ojos, y las sal y la pimienta, las ventanas y las puertas.
Nacemos para necesitar estar juntos. Y nunca nadie se atreve a decir que suele importar poco la pareja.
Y es que, si lo sé, es porque yo también soy un humano corrompido, que sueño y me retuerzo.

Pero vuelve a suceder que la justicia se va de putas.
Y por ser tú, te tocan TUS problemas, tus flojeras y tus fallos.

Los MIOS los conozco de sobra, me arropan cada noche.

Si tú fueses YO, sería diferente.
Probablemente YO sería más feliz, aunque en ese momento YO sería TÚ.



Regla número XIV
"Una chica, a menudo se enfadará por lo que no hiciste o dijiste, no por algo que hayas hecho"

e x c l u s i v i d a d .
como si yo mereciera algo u n i c o en el mundo.

1 comentario:

.A dijo...

yo queria que fueses mio .... :)