jueves, 19 de agosto de 2010

Self Dissapointment


Olas, choques de agua, contra el pecho. Sobre la cabeza.
Agua, aguda, punzante, helada.
Me entumece, me corta, me entierra.
No pensaba que el agua pudiese ser tan oscura. Y tan pesada.

No deja respirar, golpea, golpea. Y al abrir la boca no encuentras nada, como si el mundo se hubiese desintegrado a tu alrededor. Y tú también te desintegras, de fuera para dentro.

Te decepcionan los demás, pero más te decepcionas tú misma; desde que te levantas hasta que te acuestas. Cada vez que abres la boca, cada vez que la cierras para volver a abrirla.
Y aún esperas las palabras de alguien, las palabras de alguien que sobrevivió a la catástrofe, contigo: un testigo. Y que te digan que todo está bien, lo especial que eres, lo mucho que bla bla bla...
Claro que hay más voces dispuestas a decir eso, siempre las hay. Pero no valen aquellos que han vivido el verano, no, necesitas que quien te ha visto matar, quien te ha visto desgarrar, gritar, comer, dormir... Que quien te ha visto caer, tirar y arrastrarte, sea capaz de decir que sigues sin ser del todo de este mundo.


Siempre es bonito pensar que eres más criatura que ser.

1 comentario:

.A dijo...

q vicio tienes.. criatura..