viernes, 1 de abril de 2011

El Senescal y el Rey


Entonces Faramir rió, feliz.
-Eso me parece bien -dijo-, porque yo no soy un rey. Y me casaré con la Dama Blanca de Rohan, si ella consiente. Y si ella consiente, cruzaremos el río y en días más venturosos viviremos en la bella Ithilien y cultivaremos un jardín. Y en él todas las cosas crecerán con alegría, si la Dama Blanca consiente.
-¿Habré entonces de abandonar a mi propio pueblo, hombre de Góndor? -dijo ella-. ¿Y querríais que vuestro orgulloso pueblo dijera de vos: «¡Allá va un Señor que ha domado a una doncella guerrera del Norte! ¿No había acaso ninguna mujer de la raza de los Númenor que pudiera elegir?»
-Lo querría, sí -dijo Faramir. Y la tomó en los brazos y la besó a la luz del sol, y no le preocupó que estuvieran en lo alto de los muros y a la vista de muchos. Y muchos los vieron por cierto, y vieron la luz que brillaba sobre ellos cuando descendían de los muros tomados de la mano y se encaminaban a las Casas de Curación.
Y Faramir dijo al Mayoral de las Casas:
-Aquí veis a la Dama Eowyn de Rohan, y ahora está curada.

4 comentarios:

lil dijo...

Qué chulada de libro!! :)))

Wind dijo...

Curada

☥Sheila Uve☥ dijo...

Oh es de un libro? Que bonito! *_*
Por cierto me ha encantado tu aportación, aunque eso sí, he tenido que buscar en google jajaja
Un besiiito ;*

El Drac dijo...

El amor verdadero nunca rehuye del sol, todo lo contrario es feliz con él. Un besote