miércoles, 13 de febrero de 2013

Como la piedra calentada por el sol

Le tocas la piel, cualquier parte de su cuerpo.
Y es cálido, antes incluso de llegar a posar tus manos sobre él,
ya es cálido.
Antes incluso de ti, ya era cálido. 
Como si hubiese sido cálido siempre, esperándote. 

Es por eso del sueño y el frío.
Tener siempre sueño,
estar siempre fría.

Siempre has buscado esa piel que arde.
Ese calor que emanan las reencarnaciones del dragón.


Como la piedra calentada por el sol,
yo quiero ser así de amada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buscas que la historia de icaro se repita en ti?

Merece la pena ver derretir los sueños tras lo que buscas?

Qué es el amor del que hablan los mortales, diosa de hielo?

Ve sigue tu locura pues vale la pena cada gramo de sal para colorear las lágrimas de tu historia.