(Cae la lluvia y dos personas se refugian del agua bajo un portal. Una de ellas escucha maldecir a la otra, despotricando contra el espíritu santo, Madonna y el hombre del tiempo. La persona que permanece callada le dirige una intensa mirada de reprimenda que no necesita ningún subtítulo.)
- ¿Y qué esperabas? Si ya estoy cansada del puñetero frío... -se excusa encogiéndose de hombros mientras una gota de lluvia se desliza de su capucha a la mejilla.
- Antes te gustaba.
- Y antes yo no le gustaba a nadie -no lo dice con mala intención, sin embargo sus palabras causan cierta tensión y malestar.
- ¿Cuál es la diferencia ahora? -pregunta tras un largo silencio, dedicado a la meditación por ambas partes.
(Cae la lluvia, o sigue cayendo)
- Que lloro, sí, pero soy feliz.
(De nuevo silencio. Coches y viandantes. Dios retozando despreocupado)
- Estás loca.
(Sonríe, por primera vez, bajo la capucha)
- Eso aún no lo ha demostrado nadie.
(Guiño, estremcimiento dentro del abrigo y abandono del portal)
- Volveremos a llegar tarde.
"Dama, dama,
de alta cuna, de baja cama,
señora de su señor.
Amante de un vividor..."
viernes, 30 de enero de 2009
jueves, 29 de enero de 2009
The art of self-destruction
Tú sabes de lo que hablo cuando te digo eso de que ver dos espaldas desnudas, a la calidez de un edredón, en febrero, me producía un ataque de lágrimas tibias.
Cuando te cuento que hay días en los que jamás supo tan bien la suavidad de un beso.
Sabes lo que es.
Y la rabia que se acumula en la garganta cuando algo sale mal, la angustia que se mece sobre nuestras rodillas si se enreda la palabra y me enfado, y me enfado. Entonces corro, y a los tres minutos, a los cinco pasos, ya me he arrepentido, de espaldas al sol.
Y supongo que intuyes cuando te hablo del arte de la destrucción. Del olor de un campo de fresas eterno, surcando el cielo en primavera.
Hablo de esos días de castigos y pensamientos. Hablo de tortura y el arte del suicidio.
Cuando todo escapa del crítico control, sin darme apenas cuenta, cuando caigo en mi propia trampa y soy absorbida por el remolino. Y juro y perjuro, ensuciando mi palabra.
Cuando me siento insegura, y sé que mi fe es débil. Y sé que mis manos no tienen la fuerza suficiente para sujetarme-nos.
Entonces me pongo a elaborar reglas estúpidas, que te encierren en un mundo de tizas de colores.
Un mundo que sólo recuerdo yo. Y apenas.
Regla número XVI
"Si quieres ganarte a un chico, gánate primero a todas las amigas de su novia [y a su novia después]"
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas,
Reglamento de vuelo
miércoles, 28 de enero de 2009
e n t r a i l s *
Entrañas.
Siempre me ha gustado esa palabra.
Fruto de mis entrañas, las entrañas de la tierra, entrañable, me recorre las entrañas, entrañas del pensamiento, helar las entrañas, vísceras, visceral...
Profundo, sustancial, tangible, cálido.
Vientre.
Nacimiento, luz, calor, sol, tarde, besos y tormentas de verano.
Como cantan las mariposas y galopan las nubes.
Desde las entrañas de la tierra, al pensamiento, saliendo la voz de las entrañas.
Un grito al cielo, y comienza la primavera, y su calor, que tanta falta me hace.
"Llegó el verano y asoló la primavera,
y el sol asfixia en tu jardín"
Siempre me ha gustado esa palabra.
Fruto de mis entrañas, las entrañas de la tierra, entrañable, me recorre las entrañas, entrañas del pensamiento, helar las entrañas, vísceras, visceral...
Profundo, sustancial, tangible, cálido.
Vientre.
Nacimiento, luz, calor, sol, tarde, besos y tormentas de verano.
Como cantan las mariposas y galopan las nubes.
Desde las entrañas de la tierra, al pensamiento, saliendo la voz de las entrañas.
Un grito al cielo, y comienza la primavera, y su calor, que tanta falta me hace.
"Llegó el verano y asoló la primavera,
y el sol asfixia en tu jardín"
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas,
Soñando paranoias,
Susurros que vuelan más alto que las libélulas
lunes, 26 de enero de 2009
Escaleras
"Y si fuera,
mi vida una escalera,
me la he pasado entera
buscando el siguiente escalón.
Convencido que estás en el tejado,
esperando a ver si llego yo."
Regla número XV
"Los sueños, sueños son"
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domingo, 25 de enero de 2009
Quería tu sonrisa para mí
Quería guardar tu olor para cuando llegase el fin del mundo.
Y conservar tu voz hasta perder incluso mi nombre.
Quería tu sonrisa para mí.
Y llegué tarde a mi nacimiento, y pronto al funeral.
Quería tu forma de mirar, tu forma de no-saber-mentir.
A ti.
Quería tu piel, tus manos y tu alma.
Y conociéndome te rompí.
Quería ser, no suficiente, quería serlo todo.
Y no alcanzaba ni a la primera nube que besa al cielo cuando amanece (y aún no lo hago).
Por eso, no es que no pudiera perdonar[me] (siempre -me, mi, conmigo, porque el mundo se centrifugaba en MI cabeza), es que sé mirar a otro lado cuando hay sitio para respirar, cuando hay sitio para no oir nada.
Hay cosas que no estoy hecha para soportar. Una de ellas es a mí. Ni mi peso, ni mi mente. Nada. Es como el agua encerrada en el agua.
De par-en-par. Como los ojos, y las sal y la pimienta, las ventanas y las puertas.
Nacemos para necesitar estar juntos. Y nunca nadie se atreve a decir que suele importar poco la pareja.
Y es que, si lo sé, es porque yo también soy un humano corrompido, que sueño y me retuerzo.
Pero vuelve a suceder que la justicia se va de putas.
Y por ser tú, te tocan TUS problemas, tus flojeras y tus fallos.
Los MIOS los conozco de sobra, me arropan cada noche.
Si tú fueses YO, sería diferente.
Probablemente YO sería más feliz, aunque en ese momento YO sería TÚ.
Y conservar tu voz hasta perder incluso mi nombre.
Quería tu sonrisa para mí.
Y llegué tarde a mi nacimiento, y pronto al funeral.
Quería tu forma de mirar, tu forma de no-saber-mentir.
A ti.
Quería tu piel, tus manos y tu alma.
Y conociéndome te rompí.
Quería ser, no suficiente, quería serlo todo.
Y no alcanzaba ni a la primera nube que besa al cielo cuando amanece (y aún no lo hago).
Por eso, no es que no pudiera perdonar[me] (siempre -me, mi, conmigo, porque el mundo se centrifugaba en MI cabeza), es que sé mirar a otro lado cuando hay sitio para respirar, cuando hay sitio para no oir nada.
Hay cosas que no estoy hecha para soportar. Una de ellas es a mí. Ni mi peso, ni mi mente. Nada. Es como el agua encerrada en el agua.
De par-en-par. Como los ojos, y las sal y la pimienta, las ventanas y las puertas.
Nacemos para necesitar estar juntos. Y nunca nadie se atreve a decir que suele importar poco la pareja.
Y es que, si lo sé, es porque yo también soy un humano corrompido, que sueño y me retuerzo.
Pero vuelve a suceder que la justicia se va de putas.
Y por ser tú, te tocan TUS problemas, tus flojeras y tus fallos.
Los MIOS los conozco de sobra, me arropan cada noche.
Si tú fueses YO, sería diferente.
Probablemente YO sería más feliz, aunque en ese momento YO sería TÚ.
Regla número XIV
"Una chica, a menudo se enfadará por lo que no hiciste o dijiste, no por algo que hayas hecho"
"Una chica, a menudo se enfadará por lo que no hiciste o dijiste, no por algo que hayas hecho"
e x c l u s i v i d a d .
como si yo mereciera algo u n i c o en el mundo.
como si yo mereciera algo u n i c o en el mundo.
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sábado, 24 de enero de 2009
Middle-Earth
Saltas, te retuerces y entras.
Para salir corriendo, ondeando al viento mi bandera de colores.
Y yo recogo las flores de cada jarrón que has tirado en tu juego,
sonríendo.
Porque se van deshaciendo las nubes y tu sigues subiendo peldaños,
queriendo llegar al tejado.
Para salir volando. Para tender la sábana de mi cama.
Y ondear al viento toda clase de sabores.
En mitad del mundo, o lo que nos corresponde.
Y es que siempre me gustó meter ruido a la hora de la siesta.
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jueves, 22 de enero de 2009
Inventé la alquimia contra la utopía
Se me descompone la sonrisa en lo que dura un estremecimiento de neuronas.
Se pierden las frases buenas que guardaba para "ése momento". Como casi siempre.
Es el miedo que muerde la nariz, que abraza, y está frío.
Se me escapa el poder absoluto entre los dedos, y descubro que el suelo tiembla, pero el cielo se deshace.
Huye la palabra, y queda el sentimiento, la certeza. Los hechos.
Pesados, sobre mí, sobre todos.
Son cosas que yo diría, incluso más cruelmente... Es solo que yo no soy tú, y por eso es diferente.
Qué tontería, si sólo son dos pronombres.
"Te conseguí la luz del sol a media noche...
Inventé la alquimia contra la utopía."
Regla número XIII
"Las tardes de café con baileys deben celebrarse únicamente cuando aún es de día"
"Las tardes de café con baileys deben celebrarse únicamente cuando aún es de día"
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miércoles, 21 de enero de 2009
So unestable
¿Qué soy? ¿qué dentro del vacío que me envuelve? ¿qué bajo el autoestima, la seguridad? ¿qué tiembla débil y gélido?
En ocasiones decido que el autoestima es algo que sólo ocupa el útil lugar de otras cosas y entonces decido que, cómo no, sobra.
Sin más, no tengo muchas ganas de hablar, sé que todo cambia, todo se transforma. Es sólo que, sin más, no me apetece saber QUÉ soy ahora.
You know, my word is too unestable.
Voy a darme un baño.
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas
What means happines?
- Era así como te imaginabas tu vida de pequeña?
- Eh? -apuró el vaso de café con baileys y la miró fijamente.
- Que si es así como siempre has querido acabar.
Ella la miró confusa, quizá porque no había seguido el hilo de pensamientos que había desenbocado en él y las espectativas mundiales del individuo.
- Pues no sé, ¿así cómo, en una cafetería hablando contigo?
- No, así como todas las noches, y las veces que llegas a casa, y las veces que lees un libro hasta que amanece...
Ella meditó la pregunta primero, y después la respuesta.
- Pues te diría que no solía imaginar demasiado de pequeña, pero si quieres que te diga la verdad no lo recuerdo.
- Y eres feliz?
...
- ¿Qué más puedo pedir?
*I know you’d take me back But still I feign confusion*
- Eh? -apuró el vaso de café con baileys y la miró fijamente.
- Que si es así como siempre has querido acabar.
Ella la miró confusa, quizá porque no había seguido el hilo de pensamientos que había desenbocado en él y las espectativas mundiales del individuo.
- Pues no sé, ¿así cómo, en una cafetería hablando contigo?
- No, así como todas las noches, y las veces que llegas a casa, y las veces que lees un libro hasta que amanece...
Ella meditó la pregunta primero, y después la respuesta.
- Pues te diría que no solía imaginar demasiado de pequeña, pero si quieres que te diga la verdad no lo recuerdo.
- Y eres feliz?
...
- ¿Qué más puedo pedir?
*I know you’d take me back But still I feign confusion*
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Susurros que vuelan más alto que las libélulas
domingo, 18 de enero de 2009
SundayCoffee
- Chica, ve preparando el café, que voy a por las tazas.
...Es domingo y se habrá estropeado el reproductor de vídeo...
- Y el café siempre fue lo de menos.
- Sí, todo el mundo sabe que la esencia está en el bailey's...
- Sí, todo el mundo sabe que la esencia está en el bailey's...
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sábado, 17 de enero de 2009
The mistake
Lo siento Yuu, la entrada horrorífica que te dije para esta noche esperará a mañana. O pasado.
Después de la tormenta y bajo el arco iris.
Lo bueno de tener a una persona que te quiere es poder apreciarlo.
Y me ha hecho falta el valor de, en una rabieta, destrozar todos los castillos de arena, para saber que me duelen a mí, casi tanto como a los hombres de arena, los castigos en el rincón. Y es que añoro igual los amaneceres.
No se me da bien ser mala, y menos castigar al primero que pasa por crímenes de los que ya fue absuelto. No quiero ser mala, y hacer daño a quien se acerca a quitarme la espina de la zarpa.
No quiero ser mala nunca más. Ni querer serlo.
En lo que dura un pestañeo, en lo que se va la luz del día.
En ese tiempo que a veces olvido. En esas etapas que, de tanto jurar, se borraron por la fuerza.
Que se me había olvidado porqué le tenía tanto pánico a la maldad.
Que me duele haber sido mala, y me duele pagarlo con quien no es.
Que, para no sentir mi orgullo bajar, hace un tiempo que decidí que el rencor era el mejor escudo. Rencor contra todo y contra todos.
Y... ahora. Ahora que he cortado y he visto una sangre que no era únicamente mía... ahora que hay otras lágrimas que saben a otra historia. Ahora me duele por dos.
Por estúpida... Lo siento.
*Nee Yuu, ya no quiero ser mala, nunca más*
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas
viernes, 16 de enero de 2009
Someone
Una, que es contraria por naturaleza.
Una, que llora cuando no toca. Y se ríe si hablamos de rabos, rabas o porno bizarro.
Una, que finge ser mayor y no quiere crecer.
Que es basta hasta la médula, y se hace la fina.
Como una puta siendo hada, y una bruja en un burdel.
Que le habla al viento cuando nadie la ve, y todavía se emociona con bambi, el rey león y otras gilipolleces.
Que habla como si supiera, y sabe como si hablase.
Que cuando no entiende asiente, y cuando comprende, también.
Una, que niega que duela y llora. Que perdona y reprocha.
Una, que es una hija de puta, tan lista como tonta. Tan letal como dócil.
Y todo depende del día.
Una, que se enfada mucho, miente otro tanto, y más a sí misma.
Una, que reza y se declara atea. Que haya discordia entre la palabra y el pensamiento.
Una, que hoy no tiene ganas de ser ella -y últimamente tampoco-.Una, que canta mal, y se traba en las palabras, que a veces todo y a veces nada.
Una, a la que la luz le empieza a parpadear.
Una que te quiere, o no. Una, a secas. Una.
Someone.
Una, que llora cuando no toca. Y se ríe si hablamos de rabos, rabas o porno bizarro.
Una, que finge ser mayor y no quiere crecer.
Que es basta hasta la médula, y se hace la fina.
Como una puta siendo hada, y una bruja en un burdel.
Que le habla al viento cuando nadie la ve, y todavía se emociona con bambi, el rey león y otras gilipolleces.
Que habla como si supiera, y sabe como si hablase.
Que cuando no entiende asiente, y cuando comprende, también.
Una, que niega que duela y llora. Que perdona y reprocha.
Una, que es una hija de puta, tan lista como tonta. Tan letal como dócil.
Y todo depende del día.
Una, que se enfada mucho, miente otro tanto, y más a sí misma.
Una, que reza y se declara atea. Que haya discordia entre la palabra y el pensamiento.
Una, que hoy no tiene ganas de ser ella -y últimamente tampoco-.Una, que canta mal, y se traba en las palabras, que a veces todo y a veces nada.
Una, a la que la luz le empieza a parpadear.
Una que te quiere, o no. Una, a secas. Una.
Someone.
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas
martes, 13 de enero de 2009
Bajo las aguas y desde el centro de la tierra
Estamos a bajo-cero. Y yo leo a una velocidad vertiginosa las palabras del joven Hamlet. Ésas del "ser-o-no-ser" y que continúan como nadie sabe:
"Morir, domir;
dormir, tal vez soñar. Sí, ese es el estorbo."
Todo por ver aparecer en escena a la bella Ophelia.
Es increíble lo muchísimo que me gusta. Y es que hoy ha hecho sol de primavera, y yo he sentido ganas de gritar desde el centro de la tierra. Y zambullirme bajo las aguas, para encontrar mi altántida perdida, entre lirios, rosas y violetas.
Estamos a bajo-cero. Solos, pensando en ser o no ser, en Ophelia, quizás preguntándonos quien fue, o qué hizo. Suena la música y probabelemente nuestro animal interior dormite rezongando al calor del corazón.
Llevo una temporada sin inspiración, sin saber cómo decir. Pero hoy sólo me importa ella, la bella Ofelia.
"Que a ver quien pueda dormir,
escuchando mi latir.
Que parece que está masticando cristales."
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas,
More than Fairy Tales
lunes, 12 de enero de 2009
Cosas-que-no-quiero-olvidar-nunca
- Hey -le dijo-, te dejas la bufanda -y mientras se la colocaba en torno al cuello le dio un beso.
Observó cómo se abotonaba con prisas el abrigo. Llevaba tanto tiempo queriéndolo que ya se había acostumbrado a verlo todos los días, y a escucharlo, y a abrazarlo. Por eso sabía que le echaría de menos justo tres segundos después de que saliera por la puerta; lo que tardaría en recordar sus ojos.
Él le preguntó si estaba bien, intuyendo que algo iba mal. Y ella asintió con la cabeza, mientras el pánico invadía su cuerpo al no ser capaz de desenredar el nudo de su garganta. Quería decirle que le quería antes de dejarle marchar, y sin embargo su voz había huído.
Cogió sus maletas, le dio lo que a ella se le antojó como el beso más fugaz del mundo, y cerró la puerta tras de sí.
Sólo entonces recordó cuánto le quería.
"Don't be scared, I found a good job and I go to work
every day, on my old bicycle you loved..."
Observó cómo se abotonaba con prisas el abrigo. Llevaba tanto tiempo queriéndolo que ya se había acostumbrado a verlo todos los días, y a escucharlo, y a abrazarlo. Por eso sabía que le echaría de menos justo tres segundos después de que saliera por la puerta; lo que tardaría en recordar sus ojos.
Él le preguntó si estaba bien, intuyendo que algo iba mal. Y ella asintió con la cabeza, mientras el pánico invadía su cuerpo al no ser capaz de desenredar el nudo de su garganta. Quería decirle que le quería antes de dejarle marchar, y sin embargo su voz había huído.
Cogió sus maletas, le dio lo que a ella se le antojó como el beso más fugaz del mundo, y cerró la puerta tras de sí.
Sólo entonces recordó cuánto le quería.
"Don't be scared, I found a good job and I go to work
every day, on my old bicycle you loved..."
*Es que hay cosas-que-no-quiero-olvidar-nunca*
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More than Fairy Tales
domingo, 11 de enero de 2009
Síndrome de los domingos por la tarde
Lo que pasa es que no me gusta estar sola los domingos.
Ni los lunes, martes, miercoles, viernes y sábados.
Los jueves puedo soportarlo.
Los jueves puedo soportarlo.
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas,
Susurros que vuelan más alto que las libélulas
jueves, 8 de enero de 2009
Three seconds
Tenía tres segundos para reparar el error, aunque en realidad esos tres segundos eran simplemente de cortesía, para que no sintiera que realmente no tenía ninguna oportunidad...
Frente a unas palabras y, sin atreverse a asesinar a puñetazos a la pared, cerró los ojos ton tanta fuerza que intentó que éstos desaparecieran para no tener que volver a ver. Mordió con rabia el labio inferior.
No era realmente un error, ni un fallo... sin embargo ella contó tres segundos para comprobar que nada había cambiado. Y el orgullo fue ganando terreno impidiéndole escuchar su voz esa noche.
Pensó que, al menos, era un castigo. El para quién aún no estaba del todo claro, sin embargo había sido así desde que tenía memoria.
Tengo una rabieta de las de fruncir el ceño e irse a la cama llorando...
"Esta madrugada, que parece nunca acaba... esta noche de angustiosa calma..."
Frente a unas palabras y, sin atreverse a asesinar a puñetazos a la pared, cerró los ojos ton tanta fuerza que intentó que éstos desaparecieran para no tener que volver a ver. Mordió con rabia el labio inferior.
No era realmente un error, ni un fallo... sin embargo ella contó tres segundos para comprobar que nada había cambiado. Y el orgullo fue ganando terreno impidiéndole escuchar su voz esa noche.
Pensó que, al menos, era un castigo. El para quién aún no estaba del todo claro, sin embargo había sido así desde que tenía memoria.
Tengo una rabieta de las de fruncir el ceño e irse a la cama llorando...
"Esta madrugada, que parece nunca acaba... esta noche de angustiosa calma..."
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De cuando la libélula observa su rostro en las aguas
Ellos mienten, ellas también
El entrenamiento en el amar.
Entrando en la edad adulta, en la etapa de experimentar mutuamente, machos y hembras se relacionan dejando de lado las practicas teóricas de la aplicación de la pareja que se realizan en la tierna infancia.
Es entonces cuando ambos sexos se disciernen y comienzan a atraerse de nuevo.
Ellos y ellas van adquiriendo experiencia a medida que yacen con diferentes individuos, no obstante llega un punto en el que podemos observar un curioso comportamiento por ambas partes afectadas.
Se resume a estos:
En una relación por defecto, sin que la hembra sea necesariamente mejor que las anteriores o futuras, el macho idealiza a su pareja elevándola al grado de diosa creadora y musa, ofreciéndole todo el amor que pueda caber en su pecho y jurándole su vida y su alma por la eternidad.
Sellado el pacto, cuando la relación se rompe (porque siempre se rompe), él, sin alma, sin nombre, sin amor y sin vida, vaga hasta que esta lo suficientemente lejos para fingir tener amor, alma y vida que dar, o permanece rondando el pie del pedestal de su amada hasta que se consume o alguien lo arranca del lugar.
Esa actitud ilógica e irracional se traduce en: MENTIRA. Pero, para quién? En mi humilde opinión, el engaño es más para el propio enamorado que para la mujer de su vida, quien desde lo alto del pedestal puede decidir arrebatarle la sonrisa o devolvérsela.
Y, sin embargo, a pesar de ser todo una falsedad, un error, tal vez en una muestra de aprendizaje, el macho no vuelve a ama a una hembra de esa forma jamás, sólo por si acaso.
Ellas, por su parte, actúan de manera similar, pero de forma más moderada y creyendo amar como la primera vez a cada uno de sus compañeros.
Mienten más, hacen menos daño. Podríamos deducir así que la mentira o el autoengaño es inversamente proporcional al sufrimiento. No lo sé.
Cada uno ama como quiere o bienamente puede. Quizá una vez, quizá ninguna y cuente cien.
Quién-sabe.
*Limpiando el vómito de una musa alcohólica*
Entrando en la edad adulta, en la etapa de experimentar mutuamente, machos y hembras se relacionan dejando de lado las practicas teóricas de la aplicación de la pareja que se realizan en la tierna infancia.
Es entonces cuando ambos sexos se disciernen y comienzan a atraerse de nuevo.
Ellos y ellas van adquiriendo experiencia a medida que yacen con diferentes individuos, no obstante llega un punto en el que podemos observar un curioso comportamiento por ambas partes afectadas.
Se resume a estos:
En una relación por defecto, sin que la hembra sea necesariamente mejor que las anteriores o futuras, el macho idealiza a su pareja elevándola al grado de diosa creadora y musa, ofreciéndole todo el amor que pueda caber en su pecho y jurándole su vida y su alma por la eternidad.
Sellado el pacto, cuando la relación se rompe (porque siempre se rompe), él, sin alma, sin nombre, sin amor y sin vida, vaga hasta que esta lo suficientemente lejos para fingir tener amor, alma y vida que dar, o permanece rondando el pie del pedestal de su amada hasta que se consume o alguien lo arranca del lugar.
Esa actitud ilógica e irracional se traduce en: MENTIRA. Pero, para quién? En mi humilde opinión, el engaño es más para el propio enamorado que para la mujer de su vida, quien desde lo alto del pedestal puede decidir arrebatarle la sonrisa o devolvérsela.
Y, sin embargo, a pesar de ser todo una falsedad, un error, tal vez en una muestra de aprendizaje, el macho no vuelve a ama a una hembra de esa forma jamás, sólo por si acaso.
Ellas, por su parte, actúan de manera similar, pero de forma más moderada y creyendo amar como la primera vez a cada uno de sus compañeros.
Mienten más, hacen menos daño. Podríamos deducir así que la mentira o el autoengaño es inversamente proporcional al sufrimiento. No lo sé.
Cada uno ama como quiere o bienamente puede. Quizá una vez, quizá ninguna y cuente cien.
Quién-sabe.
*Limpiando el vómito de una musa alcohólica*
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Soñando paranoias
lunes, 5 de enero de 2009
Now we are free
Recuerdas cuando todo era más difícil, y un abrazo valía lo que hoy cien besos?
Políglota de sentimientos, del pensamiento y de la palabra.
Políglota de sabores y pestañeos.
Esta canción que teniendo letra, no dice nada.
- ¿Y cómo acaba la película?
- Al final pierden los dos.
..Now we are fee..
Políglota de sentimientos, del pensamiento y de la palabra.
Políglota de sabores y pestañeos.
Esta canción que teniendo letra, no dice nada.
- ¿Y cómo acaba la película?
- Al final pierden los dos.
..Now we are fee..
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WindGuardian
jueves, 1 de enero de 2009
No quiero tener que ser.
Y, confesaré que ya me muevo como una autómata. Que me arreglo en un patético intento de ponerme guapa, para nadie, después de prometerme la semana anterior no volver a hacerlo.
Que me creo cada a palabra al pie de la letra, y más.
Me pesan las manos al escribir, me pesan las noches de fiesta y cada pequeña acción de esta mierda.
Que he descubierto que sólo soy feliz recordando, y que hasta los malos comienzos merecen una segunda oportunidad. Y de tanto hablar de la luz acabamos todos ciegos; y ahora brillan las sombras.
Porque no puedo salir de aquí si cuanto más lo intento más patética, blanda y deforme parezco.
No puedo sonreir si el frío congela todo. Todo.
*Tengo ganas de no formar parte de nada, ni siquiera del grupo de gente que no quería formar parte de nada*
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