Somos peonza. Siento mi cuerpo ser peonza.
Girar en un patético y sólido bamboleo. Bailar al son de una música carente de toda cadencia.
Ser, en la más profundas de las agonías.
Retorcerse, hacerse espiral y verbo copulativo.
Ser asesino artístico. Verdugo fiel.
Nacer para arrebatarte la vida, para arrebatármela a mí.
¿Y después?
Ser, peonza, amor mío. Peonza plena y satisfecha, no menos peonza por ello.
Como ser vidrio en el mar, transparente, transparentándome. Como ser lluvia en el cielo -me ahorro la repetición de metáforas-.
Ser con la seguridad de que no estás para verme, para verme fallar. Y por eso ser, sin miedo.
4 comentarios:
que el miedo no te gane este pulso..
Me parece terriblemente hermosa tu manera de escribir. Creo que me podría considerar fan tuyo.
Un abrazo! ;)
"Ser con la seguridad de que no estás para verme, para verme fallar."
¿Y qué más da que esté(mos) para verla(te) fallar?
Es parte de la vida, comprobar que nadie es perfecto, y que a pesar de los fallos, podamos seguir amandonos los unos a los otros. ¿Hay algo más perfecto que eso?
Digamos que las cosas siguen su curso (por primera vez) ;)
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