lunes, 10 de agosto de 2009

S u m m e r


La almohada oliendo a ti.
La piel hablando del tiempo.
Las pestañas corriendo, acarreando deseos, regalos.

La luz que se filtra por las persianas.
La hora de la siesta en la que jamás se duerme.

Calor.


2 comentarios:

.A dijo...

y es que mi cama huele a tí .... a tu perfume de miel , a ti ...

k@T dijo...

Y cuando se acaba...solo nos queda acurrucarnos debajo de docenas de mantas, escapando del frío que dejan las ausencias...