viernes, 12 de marzo de 2010

Last Fairytale


Cuando él llegó la encontró ya acostada, fingiendo dormir.
Podía sentir su enfado, inquieto, entre las sábanas, demasiado frías como para invitar a nadie a acostarse.
"Sé que he incumplido mi palabra" pensó.
Hubiese querido acariciar su pelo, pero no encontró el valor para tocarla.
Recogió en silencio sus cosas.
Salió de su casa, de su vida, de sus calles y su ciudad.

No buscaba más gente a la que defraudar.

4 comentarios:

prometeo dijo...

La culpa la tienen los viejos cuentos de hadas. Nos mienten y nos los queremos creer. Los héroes no existen. Existe la vida. Gris, marrón, azul. La de promesas incumplidas. La de la eterna esperanza.
Nos quedan los sueños para no defraudar a nadie. Ni siquiera a nosotros mismos.

.A dijo...

hubiese querido dormir con ella todas las noches.. acariciarla hasta que se me durmiesen las manos.... pero ya no me quedaba más que marcharme....

El Drac dijo...

Habrán tipos así?? que después de cgrl toimen conciencia y se quieran ir?? auqnue lo que deberían hacer es enmendar su error pero eso con ésos tipos nunca sucede. en fin, un abrazo

Alice Parker dijo...

Ha sido un placer leer una entrada como esta. Tan verdadera y triste. Tan hermosa.
Muchos besitos!