jueves, 12 de septiembre de 2013

Creer o crear.

El mar siempre me ha capturado. Desde siempre, tan inmenso y a la vez tan indómito. Es como un enorme cuadro en movimiento. No puedo alcanzarlo ni poseerlo. No va a contestarme. Pero sé que me ve.

Una mañana de septiembre, con música y sol colándose a través de dos de mis cuatro paredes, notar como se llena el pecho con la sensación de que en el camino difícil está escondido lo correcto.
De que hay verdades tras silencios, en palabras nunca dichas. Hay alguien, tras las puertas de este otoño, esperándome. No voy a caer aún.
Es esa libertad inexplicable es miedo que atenaza el corazón y un día, de pronto, en vez de desaparecer, se vuelve fuerza motora del valor.
Nada está mejor, ¿queríais un salto de fe? Aquí lo tenéis. Hoy creo en el futuro.
Creo,
quiero.




No hay comentarios: