Es por la forma que tienes de abrazarme cuando estás dormido.
Es por eso por lo que quedé prendada de ti, la primera vez.
Porque uno no puede fingir cuando duermes.
Es por eso que yo sé quién eres.
Y tú nunca te has visto así.
Porque me coges de la mano cuando amanece
y no llevamos la armadura de la vida
y el pasado.
Es por la forma que tienes de abrazarme cuando estás dormido
por lo que haces mis días de luz.
He sido besada por el sol a través de los cristales,
que daba a cielos distintos y siempre el mismo.
He sentido el viento cálido del verano
y el olor del mar allá de donde venimos.
Es por la forma de vivir, tan quemando lo que escribimos
solo para poder volver a escribirlo
mejor.
Es por la forma que tienes de abrazarme,
como si nadie me hubiese abrazado nunca antes.
Que siempre es
como si fuésemos solo tú y yo.
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