martes, 1 de julio de 2008

The perfect Lie


Antes de empezar a leer, asegúrate de que la música está sonando.
Lo hace?
Bien, que todas la enseñanzas deben poseer banda sonora.

Yo era una adolescente perfecta.
Lo soy.
La perfección dentro de la perfección. La farsa que se retroalimenta, el teatro sin telón y actores de papel.
La mentira perfecta.
Sospechas aplacadas. Dictadura del corazón.
Yo he imitado a los maestros que tanto admiraba. A las palabras que se apoyan unas en otras, a la cadena de falsedades, para ser feliz, o para no serlo. Al mundo de los sueños solidificado, pero en dos dimensiones, para que nunca me den la espalda.
No me creía capaz de esto, y aquí estoy, con falsas afirmaciones y miles de pruebas, rompiendo todas las palabras, y mostrando una nueva verdad, una mentira perfecta, que es lo mismo que la última realidad conocida, un nuevo escalón en la evolución de lo abstracto e inexistente, un nuevo extraterrestre conocido, un nuevo espíritu del pasado.
Perfecta, ignorando los grados de imperfección, o exhibiéndolos, como muestra de una modesta perfección.
Que, si queremos ver wonderland al otro lado del espejo, únicamente hace falta concienciarse a base de alcohol, pastillitas de colores y conejos blancos que nos lleven hasta un morfeo que sólo nos ofrezca sueño eterno o desenfrenadas noches de sexo. Y, para que no caigan los faros de espuma de mar y barcos naufragados, basta con decir que así deben ser los faros, y que el faro de mar es el que mejor se apaña con sus clientes, que los cadáveres son necesarios en todas las guerras, y el resto del atrezzo sobra.
Y yo sería la mentira perfecta, si no me hubieran descubierto moviendo mis propios hilos, haciéndome creer que era yo quien me controlaba. Mis ojos se ven a si mismos, mis manos comienzan a temblar. Y surge la sospecha de aquella a quien no puedo silenciar. Como una historia que recuerdo de Poe, que hablaba del latir de un corazón, palpitando en el sentir del asesino, sabiendo su pecado cometido, descubriéndose a sí mismo. Así me mando callar, y grito más alto. Una grieta en la mentira, se resquebraja el cristal.
Se rompe el espejo, siete años más. Mala suerte, no quedan focos que apunten al escenario.
Es la mentira perfecta, perfecta incluso agonizando. Esto es perfección? Lo es. Porque yo digo que lo es.
Deberíamos reinventar el diccionario, y suprimir palabras de significado y origen dudoso como: bien, perfecto, feliz.
Todas ellas positivas, porque, lo malo se siente cerca, y lo bueno siempre es dudoso. Por lo tanto, si nos causa desconfianza, es positivo? Eso, lectores que no habrán llegado tan lejos como para leer esto -y a los que sí lo leen también- juzguenlo ustedes mismos. Cada uno inventa su metro de bien, perfecto, feliz. Ven, escucha mis historias y deléitate con la perfección que ofrezco, llena de remiendos y parches, diciéndote que lo hermoso está roto, que así ha de ser un cuento: que sin brujas y dragones no pueden existir los príncipes que besan princesas. Y que me toca a mí ser bruja, que así lo he decidido, para buscar un dragón en mi mentira perfecta, que incluso descubierta sigue siéndolo.

El mundo está lleno de mentiras perfectas, no os escandalicéis si descubrís alguna, paladead la realidad alternativa a la vieja farsa.



2 comentarios:

Kurai Megami dijo...

Todos jugamos a ser perfectos aun cuando es obvio que todo el mundo sabe que no lo somos.

el ultimo cacho me recuerda a una canción de ayu que dice "Porque siempre he definido la felicidad con mis propios estándares."

bonito texto ^^
kissuus

Yuki, Lord Nieve dijo...

dragoia eta sorginare ezinezko maitzuna zahartutako basoko loti ederraren esken egunak... printze urdina abandontuta....


pero... y siel dragon y el principe zul son la mism persona? y si si la bruja solo es una princesa que le gusta ir de mala????

hay tants perfecciones como realidades. y tantas realidades como personas.

aun asi yo soy partidario de borrar ciertas palabras que expresan osasdemasiado profundas como para ser manilladas con nbres mal/interpetrales.

tk wapa