lunes, 28 de junio de 2010

Bang Bang You're dead


Un, dos, tres.
Adiós.

He decidido contar hasta tres para tirar la toalla, el neceser, todos los cepillos de dientes que he comenzado a coleccionar.
Escuchar "esas canciones prohibidas" y sonreír.
Sonreírle a aquellos que llevan colgadas del brazo chicas rubias, guapas, por la calle.

Contar hasta tres.
Dar media vuelta.

No es el método de Mystery, no es una falsa despedida.
Son maletas de verdad.
Es que me siento mayor.


Bang Bang You're dead.


No sé qué mierda de táctica es esta,
pero no funciona.
Tal vez sea hora de probar algo nuevo... helado de mandarina, por ejemplo.


Hoy, o ayer, es decir, mañana



"You're self destructive, little girl."

Hoy empiezo.
Ayer empecé.
Pero hoy empiezo más en serio. Es decir, de verdad.

Me levantaré temprano, me ducharé, me vestiré.
Y todas esas cosas.

Poco a poco voy a salir de mi propio bache.
De mi propio rechazo.

No siempre estoy cansada, es cuando tengo tiempo y objetivos.
Como algunos van al gimnasio, yo empiezo mañana.
Bueno, hoy.
Aunque haya empezado ya ayer, o hace un año.

Nunca es tarde.
Bueno, sí, pero no.

"Now call you boyfriend and apologize.
You pushed him pretty far
away last night.
He really loves you,
you just don't always love yourself."

No es verdad, nada lo es.
Normal, ¿cómo vamos a hablar en serio?

Yo ya no estoy,
bueno sí, pero perdida.
Y no es que no me encuentre, perdida para los demás,
como se pierde una apuesta.

Eso, soy una apuesta.

sábado, 26 de junio de 2010

Inner conflict



Me he hecho una lista de Por qué's.
Se me olvidan a cada minuto.

Vuelvo a recordar.

Y de pronto, ¿dónde estoy?¿quién soy?
Haciéndome la loca.

Hago listas para quemarlas después.
Pienso en escribir cartas, y luego en buscar amigos perdidos.

Espero, cruzo las piernas.

No siempre soy la primera en hablar; me iré, y miraré atrás el tiempo suficiente para que sepas que, aunque me muera de ganas, no voy a volver.

Ven, vamos a arrastrarnos juntos.

viernes, 25 de junio de 2010

Hoy...


He soñado contigo,
y me he despertado llorando.

Cuanto más debo curarme, más enfermo.
No sé con quién hablar.

Leoló - L'avalé des avales



"Y la blanca plenitud,
no era como el viejo interludio y sí,
una morena de finos tobillos
que me clavó la pena
de un pecho punzante en el que creí,
y que no me dejó más
que el remordimiento
de haber visto nacer
la luz sobre mi soledad.
E iré a descansar,
con la cabeza entre dos palabras,
en el valle de los avasallados."
L'avalé des avales - Léolo

"Bianca, amor mío"

jueves, 24 de junio de 2010

A veces, por las noches.


Por las noches escucho Extremoduro.
Y, a menudo, para dormir, necesito entrelazar los dedos de ambas manos, y sentir que es otra persona quien me sostiene.
Aún no he dejado ninguna historia atrás.

Imagino que no soy yo, que es otra persona quien toma mi mano, y entonces cierro los ojos.
Puedo dormir.




Siento que tengo que dar, y se me marchita. Siento haberme perdido, haber perdido a aquellas personas especiales, que sabían quien era en la medida en la que yo les confié por qué respiraba.

Por eso me siento un poco sola, fuera de toda compañía.

Por eso busco, desesperadamente, con la mirada, quien me tome la mano, una noche cualquiera, y me diga que me conoce, que sabe quien soy, que me ha estado esperando...

Otras veces sólo busco alguien que, sin verme y sin oírme, mienta lo suficientemente bien para fingir que le gusto, y vaciarme del agua que me ahoga, me pesa, me llena... Y con nadie comparto esta luna, aunque sea de cartón.


miércoles, 23 de junio de 2010

The weight of the world



Esta noche me duele la cabeza.
Me siento, demasiado.

No tengo muchas ganas de nada, intentaré dormir, a pesar de lo pronto que es.
Es una de esas noches en las que el tiempo se atasca.

Mañana SanJuan, algo mejor, seguro.

Tengo tantos recuerdos que trato de representar...
Sola en el teatro.
Soy el peso del mundo entero.

martes, 22 de junio de 2010

Quieres ser hoja trémula


Ya no sabes ni quien eres, cambias tanto que no tienes tiempo de conocerte ni tú.
Sonríes, queriendo cometer estupideces.
Sientes la madera bajo el peso de tu cuerpo, desnudo. Quieres fundirte con el árbol que, en ese momento, se encontrará tan desconocido como tú.
Ayer eras tronco firme arraigado a la tierra; fuiste hoja quebradiza llevada por el viento, y ahora te expandes por la casa, silenciosa, tranquila, echando de menos el tronco y la hoja.
Tienes los pies fríos y esa sensación térmica se extiende por el cuerpo, como agua.
Ojalá fueses agua, y no tierra, tierra firme, arraigada, tierra húmeda y pesada.
Ojalá fueses hoja trémula en la tormenta en vez de madera anhelante.
Pero quieres grabarte un corazón en el tronco, y que todo el mundo, al pasar junto a ti, lo vea y sonría, haciéndolo suyo.


lunes, 21 de junio de 2010

Lo llaman vivir



El suelo retumbaba bajo sus pies, ¿o era su pecho?
Se despertaba, y por muy lejos que estuviese, se preguntaría si aquel día la vería, un mensaje, una foto, una conversación.
Cambió todas sus rutas por aquellas que pasaban justo por debajo de su casa, y, aunque no la encontró nunca entrando o saliendo, al pasar por su portal, siempre sonreía.
Solía decirse a menudo que casi había olvidado ese sentimiento, en el que las despedidas nocturnas se hacen eternas, y vuelves siempre oliendo a la otra persona, mirando atrás, para ver si ella ya se ha ido.
Solía dejar escapar una lágrima furtiva, de ira, cuando ella no aparecía y él pasaba una noche entera mirando la puerta de un bar.

Ahora el suelo retumbaba bajo sus pies, y como toda buena muerte anunciada, corrió a la calle, a ver quién le devolvería su ansiado veneno.

Y mira que nos gusta caer una y otra vez.
Es... lo llaman vivir.

we know
love kills
and gives life.

domingo, 20 de junio de 2010

Catarsis v.2pu(n)to0

Recuerdo bien la definición de catarsis.
Todos los sábados, al regresar a casa y sentarme aquí, me siento mejor.
Me vacío un poco, me lleno otro tanto.
Abro esta página (casi por inercia) y comienza a sonar la música, música que yo jamás pondría en el reproductor de mi ipod, pero aquí está, sonando; y recuerdo por qué la escogí.
El blanco me recorre el cuerpo, me limpia.
Poco a poco todo va disminuyendo, lo bueno y lo malo, hasta que quedamos yo y las letras.
Me siento blanca, me siento buena, me siento guapa.
Y siento que, aunque sólo acumule derrotas, he vencido.

sábado, 19 de junio de 2010

PistolS(ex)



A veces, para cerciorarnos de que estamos muertos, apretamos el gatillo.

miércoles, 16 de junio de 2010

Jugar o no jugar


Harta, harta, harta, harta.
Parece que ya a propia inercia se deslizan fuera de mí las personas.
Y tiempo pido, tiempo piden.

Sé bien que es el tiempo, y para qué sirve,
por eso asusta tanto.

Y es que haga lo que haga pierdo,
sin siquiera haber empezado una partida.

Jugar o no jugar, ya da igual, el resultado está asegurado.

He de confesar que...


Soy incapaz de tumbarme en la cama sin dormirme.
Me encantan las historias de autobús, tren.
Disfruto con los colores: en los ojos, en el pelo, en las bufandas.
Siempre he querido salir en la noche a andar, andar, andar, simplemente porque la luna es bonita.
En los chicos, los ojos oscuros, muy oscuros.
Hay personas que, para bien más que para mal, nunca me abandonan.
Soy extremadamente desordenada.
Cocino poco y mal.
Siempre tengo intención de leer, pero luego se me atascan las páginas.
Soy tan mala que parezco buena.
Me gusta ir al cine, acompañada.
Los domingos, baileys.
Siento ataduras en las alas.
Creo en los dragones, fantasmas y hadas.
Madrugar, ver amanecer, me hace llorar.
Soy adicta a las películas de terror asiáticas.
Aunque no me guste, como todo lo que sea japonés, no así con el resto de países y sus gastronomías.
No hablo cuando no sé que decir.
Los niños, lejos (los maleducados).
Mi fruta favorita es la manzana.
No me gusta ser yo quien lleve la cámara de fotos.
Me halagan hasta el punto de que me creo las tonterías que me dicen.
Deseo agujerearme X partes del cuerpo.
Un abrazo y un beso, componen mis historias.
Nunca, jamás, olvidaré "La lonja", ni Moho-chan, ni haber crecido, haber querido, ni el primer abrazo...
Escucho música siempre que puedo.
No me gustan los perros porque huelen mal.
Me pongo guapa para mí y, si a alguien le gusta, mejor.
Soy débil, y siempre vuelvo.
A veces vivo en otro lugar.
Tengo ganas de correr.
No entiendo muchas palabras.
Tengo muchísimos comics que aún no me he leido (ni leeré).
Me da miedo bailar (mal).
Finjo, mucho.
Cuando escribo lo hago con música.
Aunque diga que no, me gusta llevar la razón; pero que no sea fácil.


He de confesar tantas cosas que llenaría de líneas la entrada contando mi vida en frases cortas y puntos.
Perdóname, Padre, porque he pecado.

martes, 15 de junio de 2010

Don't be scared



¿Si tenía ganas de enamorarme? Por supuesto. Y de tener una historia de esas de final feliz. De que me hiciesen daño a mí por una vez... Pero cada vez que mi imagen cruzaba un espejo me veía ahí, tan quieta, tan lánguida que nadie hubiese podido imaginar lo mortal que llegaba a resultar de proponérmelo.
Pero mi vida se resumía a esta silla en la que, recogiendo las piernas, jugaba a balancear las lágrimas, alante y atrás, sin dejar que se derramasen. Y pensaba que nada más me proporcionaría el nulo y placentero sentimiento del vacío: ésa era mi vida, apoyar una mejilla en la rodilla y pensar que jamás me levantaría. No tenía ni motivos, y si los tenía, no recordaba haberlos guardado en ningún cajón.

Sí, a mí también me huían las ganas de ser o no ser, pensar, soñar. Me huía el sentido y la orientación, y los besos se marchitaban sobre mis labios, sólo de imaginar.
Me preguntaba a menudo si todo el mundo tendría el pecho tan lleno de cosas malas como yo, y dónde estarían mis buenos sentimientos.
Podían decir que traía conmigo desgracia u oscuridad, quizás sólo decían: ¿estás bien?¿qué te pasa? Y cómo explicarles esta enfermedad, que añoro cada aliento exhalado, que sigo locamente enamorada de los labios besados, que ando hacia atrás y no es que esté loca, es que quiero deshacer el camino para fundirme en otro mundo, otra época; ésa sobre la que tanto leo, porque me encantan las fiebres de la luz, y los sentimientos indudables, incorruptibles.
Nada que ver con mi cadáver hinchado, con mi piel cada vez más macilenta y menos nívea.

Me recojo a trocitos del suelo. Me vuelvo ceniza con el sol. Y las pesadillas se tornan realidad.
¿Me preguntas si tengo miedo? Mucho, muchísimo, estoy aterrada, tanto que ni me muevo ni hablo. Tanto que sólo sé esconderme bajo las mantas, con una mejilla apoyada en la rodilla.

Before sleep


Ayer, un segundo antes de dormirme, con los ojos bien abiertos en la oscuridad, recuerdo haber pensado que, a pesar de todas las personas que me rodeaban, estaba sola.
No es un buen pensamiento.


Por mucho que pase el tiempo no aprendo.
Y por muchas veces que tropiece, no envejezco.
Aún.

lunes, 14 de junio de 2010

Tiempos de paz



Ganas de gritar, rabia, ira, ira.
Como la ansiedad de la espera de la resolución, no el cambio.
Ira, ira, como el suplicar sin respuesta.
Dar patadas al aire y gritos al vacío.
Y ojos de loca, buscándote con la mirada.

Se te escapa de entre los dedos, se te escapa.
Y ni haces ni puedes nada.
Corre la sangre inexorablemente,
por tus venas, por las juntas de las baldosas.

Y la nube de color se forma y se diluye.
Ya no muestra animales extraños o países lejanos,
que ya no nos tumbamos en la hierba a mirar el cielo.

Y no ha vuelto a llover igual que cuando lo hacía estando yo en la azotea.

Es ira lo que golpea las paredes de mi pecho.
Es rabia y ansiedad, de que se me escapen tus sucesos.
De que nos quedemos atrás.
De seguir avanzando, pero siempre a trompicones.

No he vuelto a sentirme como el segundo anterior al sentimiento pasado. Tampoco he vuelto a encontrar los mismos caminos que recorría todos los días. Pero no me ha importado jamás si me pierdo o me encuentro. Lo que tira de mí es la impotencia de perder. Perder, perder, perder. Como si no existiese más estado en mi vida... Necesito una victoria para recobrar las fuerzas del guerrero. Pero no, son tiempos de paz, silenciosos, demasiado.
No quedan héroes ni tiranos.

Broken plans

A veces, estos sueños premonitorios pueden conmigo.
Otras veces sólo son un reflejo de mis miedos.

Siento rabia, siento ira.
Estoy triste y enfadada.
Planes rotos.

domingo, 13 de junio de 2010

Como el viento de poniente


Llego, subiendo descalza las escaleras.
Con-teniéndome.
Y con la sensación de que algo saldrá mal.

Vengo sintiéndome guapa y sintiéndome mentirosa,
vacía.
Llena de planes aún por consumar.
Y es que lo que quiero es consumirme y quemar las sábanas.
Enredarme: Piernas y brazos, labios.

Llego y me desnudo, feliz y odiada.
Planes planes planes.
Hablar para asegurarme de que todo sigue ahí.

Lejos un poco de la gente,
con ganas de acercarme, y frotarnos las palabras.

Triste y feliz,
Tristán e Isolda,
Romeo y Julieta,
Cicuta y Sócrates,
Nueva y Vieja,
Tratando de entender.


Diría que no me gusta esta juego, pero la verdad es que simplemente soy demasiado competitiva.

lunes, 7 de junio de 2010

Price to pay


Somos libres para pagar con el tiempo de nuestra vida nuestros tesoros.
Para acuñar de esas fortunas que no se cuentan, y siempre brillan.
Esas fortunas que no guardan los cofres ni protegen las cajas fuertes...

Fortunas de cálidas sábanas, besos, palabras.
De "no llores" y "es que lloro de felicidad".
Guardamos los encuentros que tan caros salen a veces, y guardamos incluso las despedidas.
No escatimamos en las horas y minutos invertidos en aquella persona que finalmente acabará aquí, en esta cama, leyendo las palabras de mis labios.


Invierte de forma alocada, arrepiéntete.
Gasta, derrocha... que jamás sientas que pudiste y no lo hiciste.
La vida es larga y corta, y a veces faltará tiempo, y a veces sobrará.
Mejor morir rico y sin dinero. Mejor pedir perdón.

domingo, 6 de junio de 2010

Doki doki



No te hablo de cuando conoces tan bien a esa persona que te sabes sus gustos por orden alfabético, ni te hablo de las estaciones que no has pasado sola.
Me estoy refiriendo a ese sentimiento que deja escarcha sobre el corazón, al estar sola en invierno, verano, otoño y primavera; por ese orden.
Al beso ansiado, y los roces y juegos de manos, aquellos que te quitan el sueño.
A las noches que lloras, las muchas. Y las veces que, con una mirada, con un encuentro "casual", una llamada... te crecen las alas para volar tan alto que la caída sea la más dulce de las muertes.
Hablo de amores de llorar, de llorar por uno mismo.
Ésos que te hacen latir, esos injustos y ambiguos.
Hablo de historias de amor, y no de relaciones.

Del doki doki y las sábanas frías.
Anhelos. Abrazos. Deseos y sueños.

Deep (thoughts)

Profundo.
Profundo se clava el color de amaneceres y madrugadas.
Y profundo, hasta la sangre inquieta, entra el olor de la lluvia,
por la ventana.

Profundas las aguas de mi memoria,
hacen hondas.
Y profundamente inspiro, para que entre el aire,
dentro, muy muy dentro,
para no sentir jamás el vacío más allá de mis entrañas.

Porque profunda ha de ser la fe,
y la convicción.
Igual que ardiente es el deseo
para seguir adelante e internarnos,
juntos,
en lo más profundo de esta noche.


sábado, 5 de junio de 2010

Plumas

Me encanta porque, siempre, por la noche, hay algún pájaro que canta a deshora.





viernes, 4 de junio de 2010

Algo tira de mí.


Algunas cosas parece que intentan, a trompicones, tirar hacia delante. Y otras, para no dejarme esa alegría a la que tan rápido se acostumbra uno, pesan y pesan y pesan. Como si algo se colgase de mí, e hiciese que no pueda recordar más vida que ésta existencia vegetativa de cumplir la única función de dormir, dormir, dormir. Y todo lo demás sobra.
Será que es junio, o que yo me lo he buscado; será que necesito una nueva vida ya, o quizás todo este tiempo libre.
Tal vez sea que donde no hay, nada se puede hacer.
Y me meto prisa para avanzar, salir del paso e internarme en los bosques, morir entre el verde, desaparecer y sonreír, un poco más. Un poco más es lo que me falta, para el colapso, para el éxtasis. Depende de qué parte aguante más.
Me estoy volviendo una compulsiva-obsesiva; escucho la misma canción hasta que el nudo de la garganta se filtra por los pulmones y logran asomar las lágrimas. Y me levanto, me tumbo, bebo agua y agua, me tumbo y me levanto. Y es que el mundo se me está quedando pequeño, y en mi inmensidad me queman los barrotes del cielo.

Ni el sol, ni nada. Se ha juntado el fuego y el viento, la tormenta. La más fácil de las salidas me dice que cierre el ordenador, que dé un beso en la frente a todos los que están y esperan algo de mi nombre, que me tape con el edredón estando desnuda, y cierre los ojos. No importa si hay sueño o no, no importa si pasan horas o segundos.
Me quedan libros sin leer, asignaturas que estudiar, y personas que cuidar, pero no me importa. Todo se resume a no estar, a ver si me echan de menos y corren a por mí, para que alguien me rescate de mi tumba de plumas y paredes azules, como el cielo, ¿será que estoy muerta?
Porque ya no son cálidas ni mis lágrimas, y no me las creo ni yo.
Espero, espero, espero, a que algún día alguien me pare por la calle, me salve con una profecía; a que venga alguien tirando la puerta abajo, y me ayude con mi carga, a que pronto todo vuelva a ser.

Me retiro a mi colchón, mis luces blancas, mis mantas y cojines.
Y es que se me da mejor cerrar los ojos y esperar, y pensar que todo está en camino, hacia donde sea.
Algo tira de mí hacia abajo, abajo, abajo.

jueves, 3 de junio de 2010

Duro.

Aunque siga suspirando
por algo que no era cierto
me lo dicen en los bares,
es algo que llevas dentro,
que no dejas que te quieran,
sólo quieres que te abracen
y publicas que no tuve
ni valor para quedarme.
Yo rompí todas tus fotos,
tú no dejas de llamarme.

¿Quién no tiene valor para marcharse?
¿Quién no tiene valor para marcharse?
¿Quién no tiene el valor para marcharse?
¿Quién prefiere quedarse y aguantar?
¿Marcharse y aguantar?


Duro.

"There will always be the lover and the lovee, i.e one person will always be more in love than their partner.

I'm usually the lovee - out of fear more than anything
I'm too afraid to let them in because I've lost too many people
I just don't want to loose anymore"

No broken bones yet.



miércoles, 2 de junio de 2010

Fire.


Me sigue doliendo la cabeza.
Y ya no me gusta el juego del amor.

He perdido tanto...
Todo arde
arde
arde
arde

Arden los domingos y 300, Gladiator,
arden mis dragones, los tuyos,
todas las páginas que escribí.
Arden mis sueños, aquellos tan dulces, entre la vigilia y la muerte.
Arden mis besos, mis manos y pestañas.
Arden las cosquillas y las mantas.
Sobre todo las mantas.

Y arden todas las palabras, todas las promesas.
Pero lo que más duele, entre las quemaduras y las llagas, las cicatrices,
entre todo eso, duelen las ausencias.
Y el consumirme sola, esperando el renacer de los dragones mientras me pierdo entre mis cabellos y se ensancha mi sonrisa. Todo se agrieta, de la piel a los cimientos.
Y es que las lágrimas se evaporan en el pensamiento, y el corazón se calma con lenguas rojas.

Es que todo está en llamas, y me doy cuenta, tarde, de que
no soy ave fénix ni flor de loto.
Arden mis recuerdos, pero las cenizas permanecen, agónicas.
Pierdo a los que más me quisieron, los echo.
Y quedo más sola, más tortuosa, más torcida y más cerrada.
Como las casas en ruinas.

Vacías.
Vacías.

Me gustaban los dragones.
Son esa gente que tienen la piel cálida, la de los brazos.