De la parte del invierno que es perenne
llegan promesas de muerte.
Me refugio en la oscuridad
en estas paredes de siempre.
Mi casa,
donde habita el recuerdo de un padre ausente.
donde fui monstruo y ave fénix.
Último bastión de mi mente
para las noches de lluvia en las que me hundo
me ahogo silenciosa y pacíficamente
sin oponer resistencia
en este oscuro lecho de agua gélida
y flores muertas.
Toco mis heridas
mis lamentos
mi soledad.
Acaricio con los dedos
los fantasmas del espejo.
Juran que nos arrastrará
el último aliento del invierno.
El sacrificio es mi salida
mi vía de escape
mi forma de control
sobre el caos y el miedo,
sobre estos agujeros del pecho
que me engullen.
Lamo mis remiendos
y coso mis heridas.
Escucho el llanto que nace de dentro
y no encuentra su camino de salida
hacia la superficie de mi vida.
Patalea este frío
y amenaza con llevarme consigo.
Me dejo arrastrar
hoy soy Ofelia
Casandra
Ariadna
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