Con el cuerpo fuera del invierno
vértigo cada vez que giro la cabeza
duermo entre las luces encendidas
coronada de sol y estrellas.
Sensaciones nuevas
en un pecho que estaba hueco
en el que anidaban los pájaros
protegiéndose del viento.
La promesa de un verano
escarcha en el pelo
caminar descalzos
constelaciones en las manos.
Orión descansa
y brotan de su lecho
flores desesperadas
rayos de luz y de calor
mañanas templadas
tranquilas
silencio y luz
arcoíris en el techo
en las paredes
en la cara.
silencio y luz
en venideros días de calma.
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