domingo, 9 de marzo de 2008

un poco de guri

No encuento aún hoy las palabras para describir todo esto...
podría decir que tengo miedo, y que conozco de sobra las piedras que componen mi camino [hasta nombre les puse en uno de esos paseos de mayo]. Podría decir que se acobarda mi voz al hablar de mi, y tiembla si se nombra tu presencia. Podría contar que hay noches en las que lloro y mediodías en los que creo poder incluso volar... que en mitad de la gente me siento sola y con una mirada creo ser la persona más afortunada... que a veces os miro e intento guardar vuestra imagen en mi memoria, para quereros siempre. También que cuando os miro siento ser la cámara que os observa y recoge en el recuerdo... pero sólo eso, una cámara... Podría decir que soy una cobarde y que tengo demasiado miedo. Podría susurrar muy bajito que a veces estoy triste y me gustaría un abrazo. Podría decir que no sé nada de mí, o que sé demasiado... Que pienso hasta caer rendida y asfixiada por las lágrimas o que realmente sólo hago como que pienso sin sacar nunca ninguna conclusión. Podría decir que no siento mío ni mi nombre y que hay noches en las que suspiro otros... Pero todo eso llevaría a una conclusión, y es que no podría decir nada de mí.
Porque no reconozco mi imagen, ni mi nombre, ni mi voz... no reconozco mis actos, ni mis lágrimas, ni mi vida... porque vivo como la única espectadora de un teatro; devorando las palomitas de los recuerdos en silencio, junto a la oscuridad, esperando. Podría decir que a pesar de todo aún hoy guardo ciertas esperanzas que sé que para cuando llegue mi querido verano habrán muerto... y no mentiría si dijera que eso me entristece, pues ver morir los sueños es algo así como admitir que nunca pudieron ser cumplidos... puede que tras esta vez comience a dejar de creer... en cuentos donde las princesas deben ser hermosas, en cuentos donde los besos te rescatan del letargo, dejar de creer un poco en lo que todos llamamos "amor", "libertad", "justicia", "bondad"... o puede que siga como siempre, quejándome de esto y de aquello... y de lo de un poco más allá. Llorando por que él no llora por mí o porque aún me queda mucho por andar... quizá siga sonriendo de esa forma tan triste, melancólica, en esta oscuridad; sintiendo como me queman las lágrimas al besar las mentiras. Probablemente siga riendo con cada fin de semana y diciendo "no pasa nada" o simplemente intentado olvidar un poco todo este tiempo que paso a solas en mi teatro privado... Podría seguir mirándoos cada vez que sienta la necesidad imperiosa de pediros que no os marchéis nunca... Podría seguir aquí, siendo yo, la total desconocida...
Puedo tanto y hago tan poco... No tengo valor para decidir arriesgar y caer, como sei, o domi, o yuu, o lander... ni siquiera tengo valor para decir el nombre de mis más fuertes adversarios... ni siquiera tengo valor para saltar y volar, o demostrarme a mí misma de una vez por todas que carezco de alas, y dejar de soñar con las nubes. Últimamente no hay lágrimas, como si ellas también se hubieran cansado de acudir a mis llamadas y consolarme acariciando mis mejillas.
No hay valor para decir "te necesito" "quédate" o "por qué?"... y no porque se me antoje difícil, simplemente porque jamás estaré dispuesta a asumir las posibles respuestas a esas palabras... es entonces cuando abro la boca y en mudas palabras formulo preguntas que ni el viento llega a escuchar.
Irónicamente ni siquiera tengo unos labios que extrañar o un amor roto por el que llorar... irónicamente no creo que lo tenga en mucho tiempo... porque irónicamente no me permito mis sueños [maldita cobardía]

Ultimamente escribo más que nunca, tengo todo lleno de páginas y páginas ahogadas en palabras, palabras que intentan decir mucho pero acaban siendo vacías, porque no me conozco y me prohibí hace mucho contar ciertas cosas... ya no recuerdo el porqué, pero sé que si en su día tuvo sentido la guri de ahora no es nadie para cambiar las normas... así soy feliz... a mi manera.

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Podrá mi voz alcanzar el cielo?
Podrán estas palabras llegar a algún lugar? A los oídos de alguien? Podré algún día no necesitar tantas frases vacías y tantos silencios suicidas?

1 comentario:

Harealis dijo...

A veces un poco de acción no es malo. Dejar de pensar, dejar que te guíen los impulsos, a veces viene bien.