viernes, 12 de diciembre de 2008

n.a.m.e.l.e.s.s.

Y yo aquí, dicíendote que no pasa nada, mientras espero a que me des un nombre; lo puedo sentir: te has atragantado con tus palabras. Y es un abrir la boca para no decir, porque lo piensas mejor, y ese nombre está sucio, y ése otro está roto. Y algunos muy gastados de tanto usarlos.
Tirito desnuda, mientras tú buscas deprisa algo con lo que taparme, y en mi orgullo no quiero vestidos que alguien ya haya llevado, porque es difícil soportarlo, y competir con ello.
Prefiero morir de frío, y perder los dedos, para no poder contar así las veces que cae la misma lágrima, y tú ni siquiera la ves.
Trato de no pensar, de no saber. Y de tanto mirar la misma mentira pensaría que incluso es verdad, si no fuera porque, entre nosotros, nos conocemos demasiado bien.
Te estoy diciendo que no pasa nada, que todo está bien. Y tú me crees.
No es porque sea buena mintiendo, no, es que es más fácil si yo fingo, y tú me crees.

Me ves, sentada entre el centeno, esperando al viento. Intentas tocarme y no alcanzan tus brazos, gritas mi nombre, pero carezco de él. Ya no sabes ni cómo llamarme. Y el reloj corre en tu contra, porque se acerca la tormenta, y no queda nada que no hayamos roto ya.

Observa que me incluyo, que no ayudo, que no coopero, ni miro para otro lado. Es porque lacera la tormenta, arañan las espigas. Es porque no encuentro al guardián, y llama con su voz susurrante el barranco.


Gritas mi nombre, fuerte, muy fuerte.
Y ya no sabes ni cómo llamarme.


"Algún día yo también estaré intoxicada,
para poder hacerle daño a alguien".
a s u n t o s d e v e n g a n z a

1 comentario:

Yuki, Lord Nieve dijo...

si tú puedes, yo tambiém: idiota.

aishiteru, ne?