viernes, 20 de noviembre de 2009

De alguna manera...





Me gustaría ser todos los aspectos de tu vida.
De la vida de todos.
Sentirme imprescindible para que, cuando en días como hoy, pierda el rumbo y me deje flotar, a la deriva, simplemente por falta de ganas de hundirme, y de nadar, encuentre razones gravadas a fuego en mis tablas.
Me gustaría ser aquella... por la que lloraste cuando te dejó solo, a la que le escribiste tu alma, la que dejó un luto de año en tu corazón vigoroso.
Me gustaría ser aquella que recordarás las noches más frías en las que ser un hombre casado, con un trabajo, con tres hijos... no sea suficiente.

Y en lugar de eso me mantengo en precario equilibrio en los cables de tu corazón, deseando morir electrocutada y fundirme con tu sangre, y envenenarte para siempre.
Y respiras mirando por la ventana. Intento besarte.
Me siento caer.
No imaginas lo que duele la caída al abismo que me aleja más y más de ti.
Y no es el miedo al final; chocar contra el suelo casi es más prometedor que el descenso eterno en el que tengo tiempo de ver en qué fallé.
En querer robar los corazones, para que nadie lata sin que lo sepa yo.

Claro que estoy triste.
Claro que estoy enfadada.
Nada que no se cure con reposo; horas de cama.
Canciones y más canciones. Que me ayuden a esperar, a saber que es más importante que sean felices. Más importante que el hecho de si son míos o no...

Y cierras los ojos, quieres olvidarme.
Y cruzo la calle, intento besarte.

Soy una hija de puta.
Y últimamente la clase me la dejo a los pies de la cama, frotándose con suavidad contra todo talento que alguien mintió diciendo que tenía...

2 comentarios:

María dijo...

Aquí nadie miente respecto a tu talento. A los hechos me remito.

¿Sabes? Alguien muy importante me dijo que solo los que tienen talento se permiten el lujo de cuestionarselo =)

Dilealarabia dijo...

Laa de antes era yo =P