martes, 3 de noviembre de 2009

De porqué los dragones tienen los ojos oscuros III



Su aliento acaricia tus manos, las besa.
Te gusta pensar que no quiere que te vayas; que si te coge tan fuerte entre sus garras es poque teme que desaparezcas.
Y no sabe que son los dragones las criaturas fantásticas que se funden con los sueños mientras te haces la dormida.
Y se van.
Lo sabes porque despiertas con frío, porque de las alas del dragón queda una estela en la arena, que conduce hasta el mar.

Tienen los ojos oscuros y, si te miras en ellos, te consumes en las llamas que laten en su pecho.

Hunde la cabeza en tu pecho, respira.
Respira como si llevase años sin hacerlo.
Cierra sus ojos, los cierras. Y enredas tus dedos en su pelo.
Sabes que jamás debes tocar la cabeza de un dragón. No te importa.
Porque sonríes, y escuchas cantar a sus dedos, a los tuyos.
Buscas sus labios a tientas.
Y escuchas cómo tiemblan las pestañas, cómo se filtra la luz y se derrama sobre el suelo, de madera.
Antes de consumirte entre las sábanas te aferras a él: el clavo ardiente de tu tabla en el océano.
Arqueas la espalda, se eriza tu piel, arden tus pupilas.
Su aliento acaricia tu cuello, tu mejilla. Te besa.

Vuelves a tu torre, te dejas caer sobre el suelo, escarchado, de mármol.


***

Subo las escaleras. Pienso en llegar a casa, mirar el móvil y ver si hay algo que me haga sonreír.
Pienso que me meteré en la ducha, sin mirarme demasiado al espejo, y agacharé la cabeza dejando que el agua me derrita, me lleve a otro lugar.


"You take my breath away"

1 comentario:

.A dijo...

yo no dejo de mirar el movil y creer , pobre de mi , que aun me escribira ..... algo .