miércoles, 27 de enero de 2010

Me duele el mar.


Soy un pirata, de esos condenados al exilio central, más peninsular que insular.
Soy un pirata adicto a las insolaciones de la madera seca, expuesta al sol.
Soy un pirata y poso las manos curtidas a sangre y acero sobre las ásperas hebras del cabo de hilo trenzado. Mi aire, mi pelo, mi cielo, mi barco... huelen a sal, a mar y a viento acariciado por el sol.
Mi mundo es aquel que no tiene fin, donde acaba la tierra el abismo es mi mapa azul.
Azul allá a donde mire.
Escucho la brisa bailando en las velas, cortándose en el mástil.

Soy un pirata, de esos que en su barco no necesitan destino ni tesoros.
Y si me encuentro una sirena, le regalo mi estela de espuma.



1 comentario:

Foxstar dijo...

El Mar es elegir lo que no se puede abarcar; es ser libre, vagando por toda su extensión sin principio ni fin. El Mar es el murmullo que nos arrulla en la oscuridad mientras las estrellas giran alrededor, como una Corte de Luz en Vela. Y los marineros... son los jardineros que cultivan el Arte de las Olas, y los Cantos de Sirena...

Escribes muy bien, Libérula... lleváis con orgullo el Nombre de Nimue. No dejes de escribir, para que algunos, podamos no dejar de leer...