Miedo a que hoy, por estúpida, él se canse y desaparezca, confundiéndose en la marea de gente, que lo arrastra, lejos.
No recuerdas haber tenido miedo antes.
Que todo era un juego y tú siempre tenías el tablero sobre las rodillas.
Ahora es que no sabes qué decir, cómo decirlo. Por si lo espantas, por si lo echas.
Y no vuelve.
Y es que es hacerse feliz, que no serlo.
Tienes miedo de que el karma te cobre todos los desplantes que has hecho, y te deje aquí, en medio del frío, tirada en el suelo, con la ropa mojada, con la piel mojada, con el pelo mojado.
Y, si tuviese que decir mis últimas palabras, seguiría teniendo miedo de estropear esto que tengo.
1 comentario:
Eso te pasa por no oir a tu conciencia cuando antes de naltratarlo te decía: "¡no lo hagas!" ¿Ya viste lo que te pasa??
Publicar un comentario