jueves, 6 de marzo de 2008

Es triste...

Me da un poco de pena... con qué resignación dejé bajar la marea... hasta que mi horizonte se tornó sólo arena y se volvió desierto de nubes... No, no hubo nunca mar, simplemente, con qué resignación perdí el espejismo de mi oasis, la caza de las mariposas de los sueños en pleno invierno, la búsqueda de los tesoros en los vertederos... me da un poco de pena ver la facilidad con la que me enterré en el edredón, y apartando la cara de aquella almohada que aún permanece mojada, me repetí una y mil veces que los sueños sueños son... que ésta no es [era] mi realidad... Me da pena haber logrado no ilusionarme, olvidar... me da pena lo que tantas veces supliqué al cielo. En el fondo quizá, solo buscaba un poco de consuelo... reafirmar la existencia de lo que fueron mis quimeras. Cuándo dejé de esperar con lágrimas en los ojos y el corazón palpitante? Cuándo quise darme cuenta de que no vendrían más viajeros en las noches de tormenta? Cuándo besé los labios de mis ilusiones, condenándolas como si yo fuera judas, y ellas algún predicador chiflado? Cuándo vendí mis anhelos por unos clinex usados?
Cuándo dejé de contar estrellas, de soplar pestañas y saltar escalones? Cuándo olvidé todos los cuentos de hadas? Cuándo derramé la última lágrima que aún esperaba? Y... la pregunta que más temo... qué soy ahora? Qué, sin creer, queriendo creer... Qué? Sin liberarme del todo, sin atarme a nada... qué? sin esperar ni poder dejar esta ventana... será acaso que aún me quema algo de esperanza? o serán los recuerdos por los tiempos pasados [buenos tiempos? supongo que a su manera]. Y, me da pena, y me da rabia, y me frustra... porque en realidad me enamoré de aquéllos sueños de ojos oscuros, profundos... realmente quise poseer lo imposible... y realmente creí que quizá no existiera esa palabra...
Pero ya no puedo llorar... porque no hay nadie por quien hacerlo [ni siquiera soy]. Habla la voz de los recuerdos de un pasado tras quien sólo posee de sí misma un nombre, un rostro, un cuerpo y mil páginas escritas con un lápiz sin punta, que me dicen cómo soy, cómo siento... lo demás, puros recuerdos, quizá hasta inventados, modificados para que respondan a las exigencias de un nadie... No queda porqué llorar... y cada palabra, cada espacio en blanco y cada tilde y coma se acumulan en mi garganta, porque no queda porqué llorar... y sólo hay pena, tristeza por aquello que acabo de dejar atrás, porque no niego que quizá aún espere un milagro... pero me duele ver cuan fácil vi la verdad... que... ojalá pudiera llorar ahora, aunque si volviera al pasado querría regresar al presente o futuro en todo caso.
A la espera de un milagro... será esto lo que todos llaman "esperanza"? No, debe ser que me ha sentado mal la cena...

---
Siempre supe que por estas fechas acabaría un poco todo (las fuerzas se me gastan enseguida) y sé (creo saber) que es lo que quiero (lo que quería)... así que toca volver a ser la guri de siempre... porque sé que soy tan estúpida que volveré a olvidar que tuve que olvidar... ^^
Buenas noches

Y al mal tiempo, buena cara, pues es la mayor mentira, nuestra unica defensa...



1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues eso, al mal tiempo, buena cara :(: