lunes, 13 de octubre de 2008
Tibio
Nunca había sentido el frío.
Nunca había tenido miedo.
Nunca la pupila se dilató ante la presencia de unas manos.
Nunca tembló el labio, esperando una palabras.
Nunca pensé que fuera el abismo tan profundo.
Y la caida tan placentera.
Se derriten las plumas ante el calor de un sol de mimbre.
Se marchan las pestañas cargadas de deseos.
Se mancha el blanco con la tierra, con el cielo y con los ríos.
Se zurcen las lágrimas con la fe.
Se derrite el hielo.
Y sólo queda un frío, como el calor entre extinto y naciente entre las sábanas.
Como un beso que empieza o acaba.
Ese sentimiento.
Comienza a ser tibio.
Como el café tras esperar mucho. O los hielos un día de verano.
*
- Me he perdido...
- Aquí.
- Ah...
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1 comentario:
sabes? la proxima vez que llueva me dedicaré a ponerle nombre a las gotas ^_^
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