por miedo a que mi voz sonase trémula y estúpida.
Pero gracias.
Quería agradecerte esa sonrisa tan bonita,
Quería agradecerte esa sonrisa tan bonita,
como la de un niño.
Ésa que hace brillar los ojos tristes.
Me gusta, es cálida."
Decir: ¿Qué me has hecho? que no sales de mi cabeza.
Pintarse: las uñas de colores y sentirse niña (más).
Dormir abrazada a un teléfono, como si su ausencia nos impidiese respirar.
Pensar que has venido, y no acostumbrarte a que mañana es tu último día de vacaciones y que ahora los billetes son de-visita y no de-vuelta.
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